Revista RIIED Nro. 8 (2024) págs.[1-12] https://www.riied.org

La importancia del trabajo colaborativo para fortalecer las prácticas pedagógicas inclusivas en los profesores
Proposal for collaborative work to strengthen inclusive pedagogical practices in teachers
Proposta de trabalho colaborativo para fortalecer práticas pedagógicas inclusivas em professores

Resultado de investigación
Recibido: 29/07/2024  Revisado: 02/08/2024  Aceptado: 25/08/2024

 

Daniela Rojas Reyes
Universidad Andrés Bello, Chile
https://orcid.org/0009-0004-7635-3707
daniela.rojas.reyes@gmail.com

Palmenia Blanco Farias
Universidad Andrés Bello, Chile
https://orcid.org/0009-0002-7326-4202
p_blanco2004@yahoo.com

Juan Pablo Catalán Cueto
Universidad Andrés Bello, Chile
https://orcid.org/0000-0003-4702-8839
juan.catalan@unab.edu

 

¿Cómo citar el artículo?
Rojas-Reyes, D., Blanco-Farias, P. & Catalán-Cueto, J. P. (2024). La importancia del trabajo colaborativo para fortalecer las prácticas pedagógicas inclusivas en los profesores. RIIED, número 8, 1-12.

 

Resumen

La investigación se sustenta en la legislación chilena específicamente en la Ley 18.845 que entrega lineamientos para la Inclusión Escolar, cuyo propósito es facilitar el ingreso y permanencia de todos los niños y niñas con Necesidades Educativas Especiales en el sistema educativo del país y la Ley 20.903, que fortalece y mejora desarrollo profesional de los docentes, potenciando el trabajo colaborativo, la actualización y profundización de sus conocimientos en sus distintas disciplinas. El Marco normativo del sistema educativo chileno brinda directrices para guiar y fortalecer el trabajo colaborativo, por los mismo, se llevó a cabo un estudio de caso en un entorno educativo específico en la ciudad de Santiago. En el análisis de elementos cuantitativos y cualitativos, se identificaron necesidades significativas relacionadas con la mejora de las prácticas de colaboración e inclusión entre los profesores que impactaban en los aprendizajes de los estudiantes. El objetivo central del estudio llevar a cabo una propuesta de Trabajo Colaborativo para establecer Comunidades de Aprendizaje Profesional (CAP) fortaleciendo las prácticas pedagógicas inclusivas en la comunidad educativa estudiada. Concluyendo que la comunidad educativa en estudio fortaleció sus prácticas pedagógicas colaborativas e inclusivas, quienes modificaron sus prácticas y respuestas educativas, siendo pertinentes para todos.

Palabras clave: Inclusión, Diversidad, Trabajo Colaborativo, Comunidades de Aprendizaje profesional y Prácticas pedagógicas inclusivas.

  

 

Abstract    

The research is based on Chilean legislation, specifically Law 18,845, which provides guidelines for School Inclusion, whose purpose is to facilitate the entry and permanence of all boys and girls with Special Educational Needs in the country's educational system and Law 20,903, that strengthens and improves the professional development of teachers, promoting collaborative work, updating and deepening their knowledge in their different disciplines. The regulatory framework of the Chilean educational system provides guidelines to guide and strengthen collaborative work, therefore, a case study was carried out in a specific educational environment in the city of Santiago. In the analysis of quantitative and qualitative elements, significant needs were identified related to improving collaboration and inclusion practices among teachers that impacted student learning. The central objective of the study is to carry out a Collaborative Work proposal to establish Professional Learning Communities (CAP) by strengthening inclusive pedagogical practices in the educational community studied. Concluding that the educational community under study strengthened its collaborative and inclusive pedagogical practices, who modified their educational practices and responses, being relevant for everyone.

Keywords: : Inclusion, Diversity, Collaborative Work, Professional Learning Communities and Inclusive pedagogical practices.

 

Resumo

A pesquisa baseia-se na legislação chilena, especificamente na Lei 18.845, que estabelece diretrizes para a Inclusão Escolar, cujo objetivo é facilitar a entrada e permanência de todos os meninos e meninas com Necessidades Educacionais Especiais no sistema educacional do país e na Lei 20.903, que fortalece e. . melhoria. o desenvolvimento profissional dos professores, promovendo o trabalho colaborativo, atualizando e aprofundando seus conhecimentos nas suas diferentes disciplinas. O marco regulatório do sistema educacional chileno fornece diretrizes para orientar e fortalecer o trabalho colaborativo, portanto, foi realizado um estudo de caso em um ambiente educacional específico na cidade de Santiago. Na análise dos elementos quantitativos e qualitativos, foram identificadas necessidades significativas relacionadas à melhoria das práticas de colaboração e inclusão entre professores que impactaram a aprendizagem dos alunos. O objetivo central do estudo é fazer uma proposta de Trabalho Colaborativo para estabelecer Comunidades Profissionais de Aprendizage (CAP) por meio do fortalecimento de práticas pedagógicas inclusivas na comunidade educacional estudada. Concluindo que a comunidade educativa em estudo fortaleceu as suas práticas pedagógicas colaborativas e inclusivas, o que modificou as suas práticas e respostas educativas, sendo relevante para todos.

Palavras-chave: Inclusão, Diversidade, Trabalho Colaborativo, Comunidades de Aprendizagem Profissional e Práticas pedagógicas inclusivas.

 

Introducción

El trabajo colaborativo es un elemento esencial para enriquecer las prácticas docentes, en Chile está amparado por la Ley 19.070 del Estatuto Docente. Asimismo, la Ley 20.903 de Desarrollo Profesional Docente (DPD), quien crea un sistema de fortalecimiento profesional para docentes, para garantizar el derecho a una educación de calidad en inclusiva para todos los estudiantes.

La normativa chilena define al Desarrollo Profesional Docente como un proceso continuo, pertinente y eficaz. Exigiendo a los sostenedores y equipos directivos de un centro educativo, que deben proveer la condiciones, para la formación de los profesionales de la educación. Esto está reforzado en el estatuto docentes, en su Artículo N°11, que explicita “que los profesionales de la educación tienen derecho al perfeccionamiento profesional continuo con el objetivo de desarrollar su quehacer profesional y mejora continua de sus saberes y competencias pedagógicas”. (Ley 19.070, p. 4).

En el artículo 18B de la Ley 20.903 de Desarrollo Profesional Docente, explicita que “el desarrollo profesional, tiene por objeto fomentar el trabajo colaborativo y la retroalimentación pedagógica. Es un proceso a través del cual los docentes, en equipo e individualmente, realizan la preparación del trabajo en el aula, la reflexión sistemática sobre la propia práctica de enseñanza-aprendizaje en el aula, y la evaluación y retroalimentación para la mejora de esa práctica”. (Ley 20.903, p. 6)

De lo anteriormente expuesto, el DPD es uno de los factores fundamentales para poder realizar prácticas pedagógicas inclusivas, ya que favorece que los profesores chilenos desarrollen herramientas y técnicas para ejercer su labor educativa con mayor preparación.

Por ende, el presente estudio de caso que se expone en los apartados siguientes, se llevó a cabo en un colegio de la ciudad de Santiago, con el objetivo de conocer las prácticas pedagógicas y el trabajo colaborativo entre docentes, esto fue posible a través de un diagnóstico que analizó datos cuantitativos y cualitativos, identificando necesidades docentes relacionadas principalmente a las prácticas pedagógicas inclusivas que se ejercían. Por lo que se diseña una propuesta de mejora educativa, implementada a lo largo de un año, con el fin de fortalecer las prácticas pedagógicas actuales y que tuvieran un impacto positivo en los aprendizajes de los estudiantes.

Si bien, en la práctica docentes, el entregar atención a la diversidad puede resultar ser un proceso dificultoso, porque debe haber un compromiso real entre el profesor con sus estudiantes, considerando, además, aquellos estudiantes que presentan Necesidades Educativas Especiales (NEE) y el contexto educativo en los que se desenvuelven los estudiantes (Marín Perabá, 2019).

No obstante, la inclusión implica considerar el proceso educativo con una diversidad de metodologías cooperativas y colaborativas, favoreciendo el aprendizaje de todos y todas, a través de la participación de todos y todas (Peñalva y Vega, 2019). Esto responde a la realidad educativa estudiada, ya que aquí se educan un alto porcentaje de estudiantes con necesidades educativas especiales, que requieren apoyos extraordinarios para acceder, participar y progresar en los aprendizajes basales que considera el curriculum nacional.

En consecuencia, promover la inclusión en las escuelas es vital para promover el aprendizaje de los estudiantes y una de las estrategias es fortalecer la educación inclusiva, la que es definida por la UNESCO y citada por Martínez-Usarralde (2021), como el “Asegurar y garantizar el derecho de todo niño al acceso, presencia, participación y éxito en su escuela local, llamando al barrio a construir su capacidad para eliminar barreras al acceso, presencia, participación y logro a fin de ser capaces de proveer de experiencias educativas excelentes. y resultados para toda la infancia y juventud” (p.106).

Por lo que la propuesta de mejoramiento educativo se enmarca en el fortalecimiento del trabajo colaborativo, como principal estrategia, para fomentar las prácticas pedagógicas colaborativas e inclusivas a través de la capacitación de los docentes. Considerando que los espacios colaborativos son transformadores para los profesores, ya que favorecen la reflexión y búsqueda de opciones a dificultades pedagógicas que comparten con otros pares, a través del intercambio de emociones, experiencias, conocimiento y expectativas (Aparicio y Sepúlveda, 2018).

Por lo que, como objetivo del estudio, se plantea establecer una propuesta de trabajo colaborativo a través del logro de tres objetivos específicos:

  1. Identificar prácticas pedagógicas colaborativas para fomentar la inclusión educativa en los docentes.
  2. Establecer un marco teórico de referencia nacional e internacional que promueva el trabajo colaborativo y las prácticas inclusivas.
  3. Diseñar una propuesta de trabajo colaborativo que refuerce las prácticas pedagógicas inclusivas. 

Destacando la importancia de crear Comunidades de Aprendizaje Profesionales (CAP) en la comunidad educativa, como instancias de reflexión pedagógica que fortalecerán el trabajo colaborativo y promoverán la inclusión educativa, entendiendo que estas instancias permitirán al docente generar, aprender y compartir estrategias y metodologías inclusivas para dar respuesta a la diversidad. Estas CAP se enfocan en el aprendizaje colaborativo, resolviendo problemas en conjunto y priorizando el bienestar del grupo sobre intereses personales, lo que permite a los profesores construir su conocimiento a través del aprendizaje mutuo.

Asumiendo que, para llevar a cabo prácticas inclusivas, se requieren propuestas educativas y metodológicas en las que el profesor se involucre con la escuela, trabajando con las familias, equipos directivos, pares docentes principalmente con los estudiantes.  Para esto es preciso, que exista reflexión del docente con relación a interrogantes que le entreguen directrices para saber qué tan inclusiva es su comunidad educativa o bien, que tan dispuesto y preparado esta para colaborar en el proceso de aprendizaje, generando herramientas de acceso al curriculum, que si la planificación didáctica integra las características de la diversidad de estudiantes que educa entre otros aspectos (Figueroa Escudero, 2019).

En consecuencia, Aguayo-Fernández et al. (2023) destacan la importancia de la inclusión en las escuelas como una forma de eliminar las barreras de participación para todos los actores educativos. Este enfoque inclusivo no solo beneficia a los estudiantes con necesidades educativas especiales, sino que también promueve un ambiente escolar más equitativo y acogedor para toda la comunidad educativa.

 

 Metodología y métodos

El presente estudio adopta un enfoque de diseño mixto, combinando el método cualitativo como cuantitativo, según lo definido por Hernández y Mendoza (2018). Este enfoque implica una investigación sistemática que abarca diversas fases, incluyendo la recopilación y análisis de datos cuantitativos y cualitativos, seguidos de una discusión conjunta para obtener inferencias sobre el fenómeno estudiado.

Este estudio se basa en un diseño de estudio de caso, siguiendo la perspectiva de Stake (2007), que se centra en la singularidad y complejidad de un caso particular con el objetivo de comprender su actividad en circunstancias relevantes. La investigación se llevó a cabo en un entorno educativo específico en la ciudad de Santiago, que atiende a 637 estudiantes en los niveles de educación parvularia y básica,

La comunidad educativa en estudio cuenta con Programa de Integración Escolar (PIE) que atiende a 99 estudiantes con Necesidades Educativas Transitorias y 55 estudiantes con Necesidades Educativas Permanentes.

Para llevar a cabo este estudio, se consideró el alto porcentaje de estudiantes con necesidades educativas especiales que en esta institución se educan y los bajos resultados en los resultados de la Evaluación de Diagnóstico Integral de Aprendizaje (DIA), en las áreas de lectura y matemáticas.

La propuesta de intervención se implementó inicialmente en el primer ciclo de educación básica, considerando un año para su implementación total, y posteriormente se replicó en todos los niveles de la comunidad educativa. El enfoque de la intervención se centra en entregar herramientas y capacitar a los docentes en prácticas inclusivas y trabajo colaborativo.

Para guiar esta propuesta de mejoramiento educativo, se planearon tres etapas esenciales de implementación. Primero, se elaboró un programa de formación en trabajo colaborativo para mejorar las prácticas inclusivas en el aula, favoreciendo la conformación de Comunidades de Aprendizaje Profesional (CAP) con los docentes del primer ciclo básico del colegio. En segunda instancia, se llevó a cabo la ejecución del programa de formación en trabajo colaborativo y prácticas inclusivas a la comunidad objetivo. Por último, se hizo la evaluación de la propuesta de mejoramiento implementada en esta comunidad, evaluando y observando las modificaciones en las prácticas pedagógicas que sostuvieron los docentes y el impacto en los aprendizajes de todos los estudiantes.

 

Resultados y discusión

El análisis de los datos cuantitativos y cualitativos obtenidos de la comunidad educativa en estudio, permitió detectar falencias significativas en las prácticas pedagógicas de los docentes. Requiriendo una mejora en sus prácticas pedagógicas para dar cumplimiento a las distintas normativas chilenas. Observándose escasas prácticas y herramientas de trabajo colaborativo con los que contaban, para dar respuesta al alto porcentaje de estudiantes con Necesidades Educativas Especiales que mantiene esta realidad educativa.

Por lo mismo, para dar respuesta a las necesidades educativas de todos estudiantes y tal como indica la ley de Educación 20.370, en su artículo 10, señalando que “los alumnos y alumnas tienen derecho a recibir una educación que les ofrezca oportunidades para su formación y desarrollo integral; a recibir una atención adecuada y oportuna, en el caso de tener necesidades educativas especiales” (Ley 20.370, 2009, a)

De este modo, UNESCO (2020), refiere en relación a la educación inclusiva, que los estudiantes con necesidades especiales deben tener acceso a una educación regular, en las que se consideren estrategias pedagógicas pertinentes y centradas en el estudiante, con el fin de responder a las necesidades de la diversidad.

“La inclusión no viene del problema del alumno o la alumna”, así lo destaca Navarro y lo cita Marín Perabá, (2019, p.123), es algo ya instalado en las culturas de las comunidades educativas, ya que lamentablemente en muchas oportunidades no se entrega una formación que se adapte a las necesidades de los estudiantes, ya sea que le permita acceder, participar, permanecer y progresar de su proceso educativo.

En nuestro país, el Marco General de Educación Inclusiva, define a las comunidades educativas como “espacios de aprendizaje, encuentro, diálogo y reconocimiento de la diversidad de quienes las integran, que construyen y enriquecen su propuesta educativa a partir de sus diferencias y particularidades y favorecen que la totalidad de los estudiantes pueda desarrollar una trayectoria educativa relevante, pertinente y de calidad” (Mineduc, 2023, p. 21).

La propuesta de mejoramiento puesta en marcha en esta comunidad presenta una alta eficacia, su diseño apuntó a la implementación de prácticas de trabajo colaborativo entre docentes de educación regular, con apoyo de profesionales (profesoras diferencial especialistas en distintas áreas de la educación especial) y asistentes de la educación (fonoaudióloga, psicóloga, terapeuta ocupacional) del Programa de Integración Escolar. Para asegurar prácticas inclusivas, potenciando directamente el desarrollo profesional docente, factor fundamental para mejorar la calidad educativa, en los establecimientos educativos chilenos.

Observándose mejoras considerables en los resultados en las evaluaciones externas, que miden la calidad de la educación en los establecimientos educacionales chilenos, a través del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (Simce), que integra indicadores de autoestima académica, motivación escolar, clima de convivencia, participación y formación ciudadana y, por último, hábitos de vida saludable.

En relación con las limitaciones, es esencial que las personas que lideran las comunidades educativas estén instruidas y actualizadas en relación con las orientaciones que entrega el Ministerio de Educación. Como, además, el liderazgo del director es un factor determinante y diferenciador para generar estos espacios de reflexión pedagógica, encaminadas al desarrollo y fortalecimiento de una cultura de trabajo colaborativo e inclusiva, elementos que si se logró en esta comunidad en estudio con la intervención realizada. De esta forma, lo precisa el Marco para la Buena Dirección y Liderazgo Escolar “Los equipos directivos guían, dirigen y gestionan eficazmente los procesos de enseñanza y aprendizaje en sus establecimientos educacionales, alcanzado un alto liderazgo pedagógico frente a sus docentes” (Mineduc, 2015, p.26).

Un factor limitante que no podemos desconocer para la ejecución de la propuesta de mejoramiento educativo está vinculado con los tiempos de ejecución, en los que la unidad de coordinación académica no defina los tiempos de trabajo establecidos para cada etapa de la implementación. O bien, que solo se acentúen los esfuerzos hacia el logro de resultados de pruebas estandarizadas, sin hacer modificaciones sustanciales y no haya un impacto real en dar respuestas pertinentes a los estudiantes que forman parte de la neurodiversidad.

Por consiguiente, la implementación de Comunidades de Aprendizaje Profesional, a través del trabajo colaborativo entre los profesores de esta comunidad educativa, fue un elemento determinante que se consideró para mejorar la calidad educativa y promover la inclusión escolar. Este enfoque no solo está respaldado por la experiencia práctica de otros centros educativos, sino que también considera un amplio respaldo teórico del trabajo e investigación de reconocidos autores en el ámbito educativo.

Las Comunidades de Aprendizaje Profesional Docente en nuestro país, considera maneras de aprender colaborativamente, a través de la búsqueda de una solución a un problema en común de manera conjunta, donde prima la participación de todo el grupo por sobre los intereses personales y se concibe al/la profesor/a como una persona que puede construir su propio conocimiento a partir del aprendizaje que se da con el otro.

Así lo destaca Espinoza et al. (2020), quienes señalan que el trabajo colaborativo beneficia tanto a los profesores como a los estudiantes. Al aliviar la carga del sistema educativo, permite que los docentes se enfoquen en desarrollar prácticas pedagógicas inclusivas, lo que a su vez mejora el aprendizaje estudiantil. Esta idea está respaldada por la noción de que el bienestar individual de los profesores está estrechamente vinculado con su capacidad para brindar una educación de calidad.

González-Weil et al. (2021), señalan que el Trabajo Colaborativo (TC) emerge como una estrategia fundamental en el contexto educativo, especialmente a través de las Comunidades de Aprendizaje Profesional (CAP). Estas comunidades, concebidas como espacios de aprendizaje colaborativo, enfatizan la resolución conjunta de problemas y la participación grupal sobre los intereses individuales. Reconoce a los docentes como los constructores de conocimiento a partir del aprendizaje colectivo entre sí.

Atendiendo, que una práctica reflexiva es una forma de aprendizaje profesional, donde el punto de partida es la experiencia de cada docente en su respectivo contexto educativo y las reflexiones que se generen a partir de la práctica y /o experiencia de cada uno. Se trata de una oportunidad de aprender desde el quehacer pedagógico y no desde la teoría, permitiendo la actualización y el mejoramiento en las prácticas docentes, una profundización en el conocimiento, permitiéndole al profesor ser capaz de reflexionar e integrarlo a la profesión (Domingo, 2021).

Es por ello, que Blitz & Schulman (2016), refieren que el perfeccionamiento y fortalecimiento de una CAP (Comunidad de Aprendizaje Profesional) requiere de componentes macro y micro sociales específicos, dentro de estos componentes están implicadas las políticas institucionales que facilitan el tiempo y el uso de espacios, para que los profesores organicen sus reuniones y encuentros habituales.

Asimismo, postulan los autores Morales-Inga & Morales-Tristán (2020), quienes consideran que las Comunidades de Aprendizaje Profesional son un conjunto de profesionales que coopera con fines y propósitos comunes, y que están en constante búsqueda de conocimientos a través del intercambio con sus pares, para mejorar la práctica educativa diaria.

En consecuencia, cobra sentido lo que indica el artículo N° 11 del Estatuto Docente en Chile, en el que enfatiza que los profesionales de la educación tienen la responsabilidad de avanzar profesionalmente, contribuyendo a mejorar continuamente, a través actualizaciones en las que profundice en conocimientos tanto disciplinarios como pedagógicos, utilizando estrategias colaborativas con otros profesionales de la educación que promuevan la inclusión. (Ley 20.903, 2016).

De esta manera, la reciente publicación de la Ley 21.545, establece promover la inclusión, la atención integral y la protección de los derechos de las personas con Trastorno del Espectro Autista en el ámbito social, en los contextos de salud y educación, la que refuerza en su artículo N° 18 que “Es deber del Estado asegurar a todos los niños, niñas, adolescentes y personas adultas una educación inclusiva de calidad y promover que se generen las condiciones necesarias para el acceso, participación, permanencia y progreso de los y las estudiantes, según sea su interés superior”. (Ley 21.545, p. 4)

Por último, mencionar que este estudio generó cambios importantes en la cultura escolar de esta comunidad educativa, impactando positivamente en las formas en como los docentes aprenden y abordan a sus estudiantes, impactando en los aprendizajes de estos.

 

Conclusiones

Se concluye que la intervención realizada resalta la importancia de implementar Comunidades de Aprendizaje Profesional (CAP) en entornos educativos para favorecer el trabajo colaborativo y promover una educación inclusiva, en relación con la Ley General de Educación Chilena. La realidad educativa intervenida presenta un alto porcentaje de estudiantes con Necesidades Educativas Especiales los que obtenían un bajo rendimiento escolar, según los análisis de datos cualitativos y cuantitativos.

La propuesta de mejora implementada tuvo un impacto significativo en la forma en que los profesores de esta realidad educativa trabajaban. Asimismo, los estudiantes que requieren mayores niveles de apoyo, pudieron acceder, participar y progresar en sus aprendizajes.

Esta comunidad tuvo una serie de beneficios vinculados al mejoramiento de la enseñanza, ya que los docentes pudieron compartir y replicar experiencias exitosas. La colaboración entre los docentes brindó la oportunidad para el desarrollo profesional continuo. El trabajar hacia un objetivo en común, aumentó el sentido de pertenencia, la colaboración pudo centrarse en las necesidades individuales de los estudiantes, ya que, al compartir información relevante, se comunicaron y desarrollaron en conjunto estrategias efectivas de intervención. Es decir, los docentes colaboran para garantizar que cada estudiante reciba los apoyos pertinentes. Se incrementó la creatividad e innovación entre los diferentes grupos de trabajo, facilitando la resolución de problemas dentro de la comunidad. Este nuevo enfoque no solo fortaleció las habilidades docentes individuales, sino que también fomentó un sentido de comunidad entre los profesores, teniendo un impacto positivo en la cultura escolar y, en última instancia, en el aprendizaje de los estudiantes.

En resumen, el trabajo colaborativo entre docentes en una comunidad educativa fortalece la enseñanza, el desarrollo profesional, el apoyo emocional, la visión en el estudiante, la innovación y la resolución de problemas, lo que a su vez mejora la experiencia educativa y el éxito socio emocional y académico de los estudiantes.

La estrategia de mejoramiento educativa propuesta, buscó promover la colaboración entre docentes, la formación continua y el enfoque en la inclusión educativa; contribuyendo al avance del desarrollo profesional de los docentes y al mejoramiento del desempeño educativo en contextos similares.

Por último, lo implementado en esta comunidad educativa, puede ser replicado en otras realidades educativas chilenas con características similares.

 

Referencias bibliográficas

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Stake, R. (2007). Investigación casos de estudios cuarta edición. Ediciones Morata Madrid España.

 

Contribución autoral:
Daniela Marina Rojas Reyes: Conceptualización, introducción, discusión y resultados. Conclusión. Investigación de datos para metodología y métodos, redacción del borrador original, revisión y edición de documento.
Palmenia Andrea Blanco Farías: Conceptualización en introducción, discusión y resultados investigación de datos metodología y métodos. Conclusión. Revisión de documento.
Juan Pablo Catalán Cueto: Supervisión de propuesta e investigación.

 

Conflicto de intereses: Los autores declaran que no existe conflicto de interés.