Vol.2 Nro. 2 (2021) págs.[45-55] https://www.riied.org
La familia en la educación a distancia de los  escolares durante la Covid 19
    The family in distance  education of schoolchildren during Covid 19
    A família na educação a  distância de crianças em idade escolar durante a Covid 19 
Artículo de revisión teórica
Cómo citar el artículo: 
 Recibido: 19/03/2021          | 
    Lena Alonso Triana1  | 
  
Regla María Hernández Álvarez2   | 
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Yalenis Velazco Fajardo3   | 
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Lisbet Suárez Milián4   | 
  
Resumen
  El tema que se presenta ofrece una mirada  desde la familia en la educación a distancia de los escolares durante la Covid  19. Objetivo: reflexionar acerca de la influencia de la familia  sobre la educación a distancia de los escolares durante la Covid 19. Los métodos de investigación empleados se  sustentan en el método filosófico dialéctico-materialista, lo cual posibilita  proponer saltos cualitativos hacia el desarrollo y la objetividad, desde  posiciones que han permitido los análisis históricos concretos y la concatenación  universal de los objetos y fenómenos estudiados. Entre los métodos del nivel teórico se emplearon el histórico-lógico,  analítico-sintético, y el inductivo-deductivo. El resultado lo constituye un conjunto de recomendaciones a la  familia, para favorecer el desarrollo de la educación a distancia en los  escolares. Como conclusiones se  desataca la importancia del papel que juega la familia en el desarrollo del  niño durante la Educación a Distancia en la etapa de confinamiento ante la  Covid19, al ofrecer recomendaciones que promuevan creatividad, autonomía y  motivación por el aprendizaje. 
  Palabras clave: Familia, Educación a Distancia, Escolares.
Abstract
  The subject presented offers a view from the family on the  distance education of schoolchildren during Covid 19. Objective: to reflect on  the influence of the family against distance education of schoolchildren during  Covid 19. The methods of research used are based on the dialectical-materialist  philosophical method, which makes it possible to propose qualitative leaps  towards development and objectivity, from positions that have allowed concrete  historical analyzes and the universal concatenation of the objects and  phenomena studied. Among the methods of the theoretical level, the  historical-logical, analytical-synthetic, and the inductive-deductive were  used. The result is a set of recommendations to the family, to promote the  development of distance education in schoolchildren. As conclusions, the  importance of the role that the family plays in the development of the child  during Distance Education in the confinement stage before the Covid19 is  highlighted, by offering recommendations that promote creativity, autonomy and  motivation for learning. 
  Keywords: Family, Distance Education, schoolchildren.
Retomar
  A matéria apresentada oferece uma visão da família  sobre a educação a distância de escolares durante a Covid 19. Objetivo: refletir sobre a influência  da família na educação a distância de escolares durante a Covid 19. Os métodos de pesquisa utilizados  baseiam-se na dialético-materialista método filosófico, que permite propor  saltos qualitativos em direção ao desenvolvimento e à objetividade, a partir de  posturas que permitiram análises históricas concretas e a concatenação universal  dos objetos e fenômenos estudados. Dentre os métodos de nível teórico, foram  utilizados o histórico-lógico, analítico-sintético e o indutivo-dedutivo. O resultado é um conjunto de  recomendações à família, para promover o desenvolvimento da educação a distância  em escolares. Como conclusões,  destaca-se a importância do papel que a família desempenha no desenvolvimento  da criança durante a Educação a Distância na fase de confinamento antes da  Covid19, por oferecer recomendações que promovam a criatividade, autonomia e  motivação para a aprendizagem.
  Palavras-chave: Família, Educação a  Distância, escolares. 
Introducción 
  La  familia es el primer grupo social en que se desarrollan niños/as y es  considerada la agencia socializadora primaria, responsable de su educación  (Delgado et al., 2021). Es en este importante grupo  social donde los/as infantes aprenden hábitos, costumbres, creencias, valores,  reproducen modelos, los cuales contribuirán al desarrollo de la personalidad (Vera, 2020). La familia ha experimentado cambios  significativos tanto en sus dinámicas como en su estructura. En el contexto  actual, es válido hablar de familias en plural, reconociendo la diversidad de  las mismas. Ante este complejo escenario de transformaciones, las  familias vivencias hoy retos importantes en su funcionamiento, frente a la  presencia de la pandemia actual de Covid 19, producida por el denominado  SarsCov2, declarado por la OMS una emergencia internacional en el año 2020  (Rodríguez, 2020). Por otra parte, Ribot et al. (2020) plantean que el mundo  vive una situación excepcional, lo cual genera un impacto psicosocial que  afecta diversas áreas de la vida del ser humano. 
  En Cuba el 28 de marzo de  2020, se declara la fase epidémica luego de demostrar la transmisión local de  la enfermedad, lo cual trajo aparejado el enfrentamiento a una realidad nunca  antes vivida, donde aparecen pensamientos, emociones y conductas con matices  muy diversos; desde esas realidades percibidas muy oscuras, pesimistas, hasta  la muy necesitada actitud que nos reafirma que podemos salir airosos y  fortalecidos de este gran reto. Se requieren cambios complejos y profundos en  la dinámica de la familia, que se lograrán con mayor o menor premura y calidad  en dependencia de las particularidades del funcionamiento de dicha realidad.
  El referido cambio  necesita un proceso de ajuste, de adaptación a las nuevas circunstancias y  resultan muy diversas las características de ese fenómeno, ante el reclamo de  quedarse todos en casa manteniendo el distanciamiento social como medida de  prevención, para proteger a los más pequeños y para enfrentar la ardua tarea de  la escolarización. La educación ha tomado una perspectiva diferente desde el  inicio de la pandemia por COVID-19, poniendo a merced a instituciones de todo  el mundo en el desarrollo de nuevas metodologías que incluyan la educación a  distancia, utilizando todas las herramientas tecnológicas con el fin de  mantener vigente la enseñanza en sus estudiantes (Valero et al., 2020)
  Es incuestionable el  papel primordial de la familia, como institución, en la educación los/as  niños/as de todas las edades. Esta realidad que cada vez se hace más plural ha  encontrado en la situación pandémica global un inmenso reto. El confinamiento a  los predios hogareños, decretado como una de las medidas más importantes frente  al Sars cov 2, ha agregado exigencias inusuales frente a las cuales se deben  movilizar mecanismos adaptativos familiares que permitan la adaptación a la  crisis generada. En la distancia se ha  hecho patente que el aprendizaje necesita tutorización, orientación, guía, vínculo  y, en este sentido, el profesorado es un referente fundamental. El  confinamiento del alumnado en sus casas precisa como nunca de la implicación de  las familias en el proceso de aprendizaje. Porque la experiencia de  confinamiento tiene que ser una experiencia compartida (Garcés, 2020).  La familia asume ahora, con gran protagonismo, el rol que antes compartía con  la escuela; aunque ésta organiza y orienta las acciones escolares, es en casa  donde la labor es más ardua. 
El presente artículo tiene como objetivo reflexionar acerca de la  influencia de la familia sobre la educación a distancia de los escolares  durante la Covid 19.
Desarrollo
  La Agenda 2030 para el desarrollo  sostenible, propende garantizar una educación inclusiva, equitativa y de  calidad, al promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida,  cuestión que debe ser atendida a nivel educativo donde es incluyente el rol de  la familia (ONU, 2015).
  El presente artículo asume la  visión ofrecida por el Héroe Nacional de la República de Cuba, José Martí  Pérez, acerca de la educación por considerarse la más completa y ajustarse  plenamente a los intereses de los autores. En tal sentido Martí expresó:
  Educar es depositar en cada hombre  toda la obra humana que le ha antecedido: es hacer a cada hombre resumen del  mundo viviente, hasta el día en que se vive: es ponerlo a nivel de su tiempo,  para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá  salir a flote; es preparar al hombre para la vida (p. 281). 
  Esta definición resume el verdadero  significado de la educación como un fenómeno complejo y general, cuyo fin es la  formación del hombre, para que este pueda vivir y transformar positivamente el  mundo en el cual vive y se desenvuelve de manera cotidiana (Martí, 1963). 
  La familia como agente socializador  juega un papel fundamental en la educación de sus hijos/as, en su devenir  cotidiano se enfrentan a diversas funciones como son la de procurar bienestar  económico, garantizar la procreación y una supra función que engloba a las  anteriores que es la de educar. Aunque todas se articulan de manera conjunta  nos gustaría referirnos a la necesidad de esta última, teniendo como centro a  nuestros/as niños/as en casa.
  La Covid 19 ha puesto al límite al  alumnado y sus familias, quienes tienen que nadar en aguas desconocidas y  aprender a una gran velocidad nuevas competencias, se han tenido que generar  recursos adaptativos a una vida educativa nueva, fruto de las medidas tomadas  por la pandemia.
  Cáceres (2020) hace alusión a la  sensación de soledad y los efectos nocivos para el desarrollo derivados de  contextos donde se desarrollan episodios de violencia intrafamiliar; aquellos  niños y niñas que pueden sufrir abuso sexual o que sufren, aun estando cerrados  los centros escolares, así como los que están sufriendo problemáticas  psicológicas y emocionales debido a las medidas de confinamiento social y que  se pueden manifestar en episodios como agorafobias, claustrofobias, trastornos  alimenticios o ansiedad. 
  En el apartado psicológico, el  impacto en niños y adolescentes se manifiesta desde una situación de estrés  provocada por esa duración prolongada sin contacto con sus iguales, con prolongados  períodos dedicados a la misma actividad, información inadecuada, miedo a la  enfermedad, al contagio de sus seres queridos y consumo excesivo de tecnología. Es válido resaltar que en esta etapa de  la vida las interacciones con los coetáneos constituyen una de las fuentes  fundamentales para el desarrollo biopsicosocial de este grupo etáreo, lo cual  ante la actual contingencia sanitaria se ha visto comprometido.
  García (2020) afirma que el impacto  causado por el Coronavirus en el mundo, origina la medida de emergencia que  implica la suspensión de las clases presenciales en las escuelas afectando al  87% del estudiantado a nivel mundial. Dicho autor afirma que contextualizar la  educación en el marco del hogar supone que el estudiante esté expuesto a una  serie de distracciones, por lo que es preciso disponer de herramientas y  habilidades para contrarrestar esta situación en medio del ejercicio de la  docencia desde ese espacio.
  Uno de los medios instruccionales utilizados  es la modalidad Educación a Distancia, la cual se conoce como todos aquellos  materiales y equipos que tienen la particularidad de transmitir un mensaje, sin  tener ningún contacto físico, entre el docente y el discente. En el mismo orden  de ideas, los recursos o medios didácticos constituyen el nexo entre las  palabras y la realidad. Ordenar los recursos es tarea compleja, ya que son el  soporte que da coherencia al proceso de orientación-aprendizaje que servirá  para motivar al participante en éste. Los materiales serán los medios a través de  los cuales se enviará al destinatario una serie de contenidos curriculares  necesarios para desarrollar un curso en forma mediatizada.  
  Específicamente es función de los  materiales didácticos el favorecer la autonomía, que es requisito indispensable  en un sistema a distancia; que permita despertar curiosidad científica en el  destinatario, motivar para seguir estudiando, mantener la atención; relacionar  la experiencia, proponiendo actividades inteligentes y evitando, en lo posible,  aquellas que estimulen sólo la retención y la repetición; al propiciar la  creatividad (García 2020)
  Los conocimientos previos, con los  nuevos que se proponen; facilita el logro de los objetivos. Retos y  potencialidades se imbrican dentro de una alternativa necesaria en tiempos de  Covid 19, ejercer la docencia desde el hogar, constituye una alternativa válida  y necesaria ante la presencia del Coronavirus. Las estrategias utilizadas  durante la contingencia, se ajustan a la definición emitida por la UNESCO en  2002, que señala que el concepto de aprendizaje o educación a distancia refleja  un hecho en el que toda o la mayor parte de la enseñanza es realizada por  alguien alejado del alumno en el tiempo y el espacio (Baptista et al., 2020). 
  El término educación a distancia es  un concepto en construcción. Hay un interesante debate en torno a qué significa  realmente dar clases a distancia; se argumenta que utilizar herramientas  digitales en un entorno virtual no es, necesariamente, educación a distancia,  pues tendrían que estar presentes procesos diferenciados de la enseñanza  presencial, como la planeación, el diseño instruccional y hasta la  socialización en ambientes virtuales (Berruecos-Vila, 2020).
  Estamos ante un escenario donde los  sistemas educativos del mundo promueven que los alumnos sigan aprendiendo  durante el tiempo de confinamiento, a fin de salvaguardar la distribución del  bien educativo. A éstos les compete dar lineamientos y facilitar alianzas con  otros sectores. Es un esfuerzo, que no debe considerarse como sustitución de la  escuela; durante este periodo se busca garantizar la continuidad del  aprendizaje y fortalecer el vínculo entre maestros y estudiantes con el apoyo  de las familias.
  Ramírez (2021) plantea que la  pandemia por Covid-19 ha impactado las formas de aprender, por lo que el cambio  repentino de la modalidad presencial a la educación a distancia como medida  para prevenir contagios, es un fenómeno que debe ser investigado para brindar  alternativas que apoyen el proceso de aprendizaje desde casa. En este sentido el  autor afirma que incluir a la familia y el juego en la educación a distancia,  constituyó en un estudio realizado una estrategia efectiva para mitigar los  efectos negativos del confinamiento por la pandemia, lo cual, además fortaleció  la resiliencia en los estudiantes. 
  Esta modalidad, no garantiza que  todos los estudiantes aprendan en igualdad de condiciones, según  Vivanco-Saraguro, (2020), existe una brecha que ha sido determinante en estos  momentos de educación en emergencia, donde los padres, se han visto obligados,  como nunca antes, a guiar el proceso educativo de sus pupilos. En este  escenario, se marcan las diferencias en términos de la capacidad y el tiempo de  las familias para acompañar a los estudiantes.
  Alumnado y familias se han visto  necesitados de dotarse de herramientas e instrumentos que permitan proseguir  con el temario y las tareas escolares desde casa; y, singularmente, por parte  de los profesionales de la educación para planificar lo apropiado para  seleccionar cómo estos podrían utilizar mejor su entorno y de qué recursos  dispondrían para mantener la continuidad del aprendizaje durante el cierre de  los centros escolares. A esto es conveniente añadir que el aprendizaje a  distancia involucra una combinación de los enfoques sincrónico (alumnado  aprendiendo con el profesorado). El confinamiento del alumnado en sus casas  precisa como nunca de la complicidad de las familias en el proceso de  aprendizaje. Porque la experiencia de confinamiento tiene que ser una  experiencia compartida (Muñoz y Lluch, 2020).
  Según Flores y Trujillo (2021) las  condiciones educativas que se presentan ante la pandemia de COVID-19 dieron  lugar a que los docentes emplearan herramientas tecnológicas y de comunicación  con el fin de diseñar nuevas estrategias para transmitir una educación basada  en la modalidad a distancia, adaptándose a una nueva forma de trabajo al  generar alumnos con competencias digitales. Una investigación realizada por  estos autores hace alusión a las metodologías activas que involucran a los  padres de familia en la educación de sus hijos a distancia. De esta manera, se  involucra a padres de familia a ser partícipe de la educación autodidacta que  forjará su hijo.
  Arés (2018) ofrece importante  significado a que los padres posean un conjunto de competencias parentales  asociadas a la planificación del tiempo, la revisión de las pautas de crianza,  la presencia en la distancia cuando ha ocurrido un divorcio o emigración y la  mediación en el uso racional de la tecnología. Además, enfatiza la función de  contención emocional y afectiva, con relaciones más horizontales donde prime el  amor, pero con momentos de asimetría. Ante la presencia de la Covid 19, se hace  oportuno retomar estas ideas, atendiendo al papel que juegan los padres en la  educación de sus hijos.
  Valero et al. (2020) afirman que la  educación en tiempos de pandemia es un reto total para instituciones que no  están familiarizadas con la tecnología, docentes de cualquier nivel, padres de  familias como maestros principales dentro del hogar y estudiantes de bajos  recursos son los más afectados, la suspensión de las clases presenciales, en  todos los niveles, ha originado campos de acción emergentes como el aprendizaje  a distancia, utilizando formatos, plataformas virtuales y teletrabajo para  resguardar la salud y el bienestar integral de los estudiantes durante la  pandemia del 2020, prometiendo así una enseñanza de calidad para minimizar  sesgos y trabajando en conjunto con padres de familias e instituciones,  aprovechando todas las herramientas virtuales que existen.
  Por otra parte, Fernández et al. (2020) enfatizan en la  de considerar la relación de los docentes con los padres de familia, un  elemento importante en tiempos normales para la educación de los hijos, pero  indispensable en tiempos de pandemia, donde los padres han pasado a ser la mano  derecha y los ojos del maestro. En los últimos años algunas de las barreras  entre la escuela y el hogar han disminuido con la llegada de las TIC ya que se  ha creado un canal de comunicación con el uso del correo electrónico y otros  medios. En esta época ya se busca que los padres colaboren con los docentes,  que sean de apoyo para sus hijos, que participen de manera activa en  actividades de la institución y se vean como parte del sistema. En estudio  realizado por dichos autores se arroja como resultado, que la mayoría de los  padres en especial a nivel preescolar y primaria son los encargados de entregar  y recibir las actividades asignadas por el docente, se constata que la familia  se nota más interesada, obteniendo buena respuesta y cooperación por parte de  ellos.
  Según Vázquez et al. (2020) los  padres han adquirido nuevas responsabilidades, al inicio de la pandemia estos  estaban acostumbrados (en algunos casos) a brindar apoyo y supervisar la tarea  de la escuela de sus hijos, pero no a asumir la corresponsabilidad de la  conducción de la jornada escolar, haciéndose cargo de la disciplina, el  cumplimiento y el aprovechamiento académico durante el largo tiempo en el que  se modificó la modalidad del ciclo escolar. Estos autores constatan en la  investigación realizada que tuvo como objetivo conocer las vivencias, los  sentimientos, así como los estilos de trabajo de los padres de familia y de los  alumnos en torno a la educación escolarizada durante el confinamiento por la  contingencia de salud, en el periodo comprendido de marzo a junio del año 2020  que, sin duda alguna, la pandemia ha despertado una serie de sentimientos en  toda la población a nivel mundial. Los padres de familia entrevistados  concuerdan en que el confinamiento ocasionado por Covid-19, ha generado  sentimientos de desesperación, estrés y ansiedad. Algo en común, que expresaron  tanto los alumnos como los padres de familia, fue que durante este tiempo han  experimentado momentos de miedo, miedo al contagio, “miedo por no saber cuándo  va a terminar”, sin duda alguna, la incertidumbre ha sido parte fiel de la  contingencia. 
  Desde la óptica de la psicología  social Consuelo Martín, académica de la Universidad de La Habana, en sus  investigaciones sobre familia se ha referido a la función educativa como  aquella vinculada a la satisfacción de necesidades afectivas y espirituales,  que es fundamental para la formación de los hijos (Martín y Pérez, 1998).
  La situación epidemiológica actual  ha permitido reflexionar sobre los diferentes roles que juega la escuela dentro  de la sociedad, y no sólo se habla sobre la función de transmisión de  conocimientos, sino la función cultural, social y educativa. Los niños se han  visto afectados al no tener la posibilidad de continuar desarrollando sus  habilidades socioemocionales dentro del aula escolar. Sin embargo, no se puede  dejar de lado la importancia que la familia ha tenido, ya que el total de los  alumnos entrevistados en el estudio realizado por Vázquez et al. (2020) hacen  referencia a los lazos fortalecidos entre familiares. Ellos mencionan “convivo  con mis familiares” “me divierto con mi familia, jugando con mi tía Sophia y  jugando con mi perrito”.
  Una investigación realizada por Espinoza et al. (2021) revela, según  entrevista realizada a los docentes que algunos estudiantes no están motivados  e interesados por el aprendizaje a distancia; considerando que en algunos casos  se debe por no tener hábitos de estudio en el trabajo autónomo, argumentando la  presencia de estrés ante la COVID-19 y la repercusión familiar, lo que les  genera incertidumbre de cómo será en el futuro su formación académica.
  El clima armonioso en las relaciones familia – escuela, y a lo interno de la  familia, es un elemento que contribuye a la obtención de un buen rendimiento  escolar en el alumnado, sin embargo, no pocas veces se observan manifestaciones  adversas que ocasionan el desequilibrio en dichas dinámicas.
  El rendimiento escolar es un fenómeno en el que convergen múltiples  factores, entre ellos la inteligencia, la personalidad, la motivación, las  aptitudes, los intereses los hábitos de estudio, la autoestima y la relación  familia – escuela. El clima familiar adecuado como una variable más para el  rendimiento escolar, potencia el ajuste conductual y psicológico de los hijos.  Las buenas relaciones familia escuela son necesarias y pertinentes para  alcanzar la calidad educativa (Herrera y Espinoza, 2020). La función educativa en la familia es un  tema que adquiere cada vez mayor importancia, donde la formación de valores,  resulta indispensable (Vera, 2020).
  La familia y la escuela comparten el compromiso de diseñar propuestas de  actuación coordinadas para el desarrollo de una mejor acción educativa de  calidad. La implicación familiar influye en las condiciones de los alumnos para  un óptimo aprendizaje, esto se debe entender como corresponsabilidad o  responsabilidad compartida entre escuela, familia y comunidad.
  La tarea educadora de la familia ha sido siempre fundamental, actualmente  requiere un mayor protagonismo por su participación en el proceso de  socialización de los menores, en una sociedad en la que priman las pantallas de  cualquier tipo (televisión, móvil, ordenador), que se hallan conectados a  Internet, y de la que emerge una nueva necesidad de alfabetización, la  tecnológica y virtual, para la que no está preparada. Las familias forman así  un gran círculo, en el que los niños se desenvuelven la mayor parte del tiempo,  junto con los docentes y es por ello, que estas deben estar formadas para  afrontar la educación que ofrecen a sus hijos (Cascales et al., 2020)
  Los escolares, en las actuales circunstancias, también se han enfrentado a  muchos cambios de manera inesperada y por sus propias particularidades de  desarrollo necesitan que le brindemos el espacio propicio para su adaptación de  manera paulatina. Este proceso ocurrirá de manera más natural y efectiva si la  familia garantiza espacios, para que aquellas actividades que lo nutren como  seres humanos de acuerdo a la edad, cumplan determinadas exigencias. 
  Cuando se plantean espacios para el crecimiento no sólo hacemos referencia  a lo físico, que en ocasiones está muy limitado, o a una actividad en concreta  sino, muy especialmente, a las condiciones que la acompañan: comunicación  adecuada, clima de cooperación, estados afectivos positivos con buena dosis de  humor, creatividad, disposición para tolerar las diferencias individuales; sin  dudas propiciarán el encuentro familiar y contribuirán a la formación de  cualidades positivas en los niños que contribuyen a potenciar su educación y  optimizan los resultados de un aprendizaje a distancia..
  El uso de WhatsApp como recurso educativo en el desarrollo del currículo y  como vía de comunicación entre centro y familia en la etapa de Educación  Primaria resulta una alternativa eficaz. Los resultados indican que las redes  sociales y mensajería instantánea son pilares fundamentales en la vida social  de nuestro alumnado por lo que es conveniente trabajar los diferentes usos y  funciones de las mismas. Se expresa la necesidad de reconsiderar su uso en las  escuelas, debiendo reformular la utilización de los mismos para favorecer la  comunicación familia y escuela, optimizando su uso en tiempos de pandemia.  (Cascales et al., 2020)
Para asumir la educación a distancia, de  manera que se favorezca el alcance de resultados positivos, teniendo en cuenta  la importancia de la interacción familia - escolar en el proceso de aprendizaje  desde el hogar durante la Covid 19, se sugiere:
  Facilitar un espacio de estudio adecuado, considerando iluminación,  ausencia de ruidos, u otros distractores, etc. 
  Revisar la planificación semanal del trabajo escolar y controlar y  acompañar el tiempo dedicado al mismo.
  Fomentar la responsabilidad de los escolares supervisando la entrega en  tiempo y forma de las tareas que su profesorado considere.
  Facilitar el trabajo en equipo con otros compañeros. En este caso las redes  sociales pueden ser gran aliado. Así el trabajo escolar resultará más ameno y  motivador.
  Posibilitar contactos con el profesorado en las horas establecidas por el  centro para desarrollar la clase, hacer la recepción de las tareas o resolver  las dudas que puedan tener.
  Dedicar unos minutos al día a que cuenten lo que han aprendido y cómo lo  han hecho. Es la mejor forma de desarrollar la competencia de aprender a  aprender. 
  Se sugiere repasar con ellos las tareas escolares. 
  Apoyar los contenidos curriculares con actividades culturales: videos,  documentales, películas y/o conferencias, visitas virtuales a museos desde  casa.
  Cuidar la salud física del niño practicando buenos hábitos: horarios y  rutinas, procurando mantener los períodos de sueño y vigilia similares a los  habituales.
  Consumir comidas equilibradas; actividades físicas compartidas en familia,  como bailes, coreografías o tablas de ejercicios.
  Crear un clima de confianza para comentar cómo se sienten, sus temores e  inseguridades con respecto al área escolar. 
  Aceptar sus sentimientos, permitir que expresen sus emociones. Manifestar  su tristeza, alegría, rabia o malestar les ayudará a encontrarse mejor.
  Entender que es importante que expresen sus emociones, pero sin olvidar que  a las conductas hay que ponerles límites. 
  Fomentar su autonomía. 
  Realizar actividades lúdicas con ellos y de participación con la familia  como cantar, bailar, contar cuentos, interpretar cuentos, jugar a adivinanzas,  dialogar, donde se pueden involucrar contenidos de la escuela.
  Recomendar que dediquen tiempo a organizar sus espacios, sus cosas, su  ropa.
  Facilitar el contacto con sus amigos y amigas a través de llamadas, video  llamadas, regulando el uso del móvil, pero teniendo en cuenta que en esta  situación de confinamiento ese dispositivo es su ventana al mundo.
  Aprovechar esta situación como una oportunidad para crecer en la educación  en valores.
  Estas y otras recomendaciones deben ser tenidas en cuenta por la familia,  para estimular el desarrollo de los niños, y optimizar la educación a distancia  durante la etapa de confinamiento ante la Covid 19. Y a su vez, que la familia crezca como  institución al realizar exitosamente el gran reto de la docencia en casa.
Conclusiones 
  La Covid 19 ha influido  decisivamente en la vida de las familias, al producir cambios en las dinámicas  de vida que incluyen nuevos aprendizajes, y modificación de estilos de vida en aras  de potenciar el desarrollo y cuidado de los más pequeños de casa. En este  sentido la Educación a Distancia constituye un reto, que supone entrega, amor,  compromiso y permanente acompañamiento a los escolares. Incentivar la  motivación y autonomía desde actitudes positivas ante la Covid 19, manteniendo  desde el hogar las actividades escolares, pudieran resultar la clave del éxito  para la continuidad de estudios. La preparación de los padres en este sentido  es fundamental para orientar sus acciones de manera efectiva.
  La invitación es a pensar  y sentir que nuestros niños en casa pueden ser una fortaleza para nutrir su  educación, sus valores, y en consecuencia actuar. Está en nuestras manos asumir  el reto con la certeza de salir airosos y estar contribuyendo a la formación de  un mejor ser humano del presente y para el futuro.
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[1] Doctora en Ciencias Pedagógicas. Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas
[2] Máster en Educación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas
[3] Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas
[4] Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas