Preparación multidisciplinaria a las educadoras para la orientación a la familia en la primera infancia

Preparación multidisciplinaria a las educadoras para la orientación a la familia en la primera infancia
Multidisciplinary preparation for educators for family guidance in early childhood
Preparação multidisciplinar de educadores para orientação familiar na primeira infância

La preparación multidisciplinaria a docentes para la orientación a la familia en la primera infancia es un compromiso de la política educacional en Cuba. El objetivo de este artículo es contribuir a sistematizar el posicionamiento necesario para propiciar la preparación multidisciplinaria de las educadoras para la orientación a la familia en la primera infancia. Sobre la base de un reconocido antecedente del tratamiento psicológico a la orientación educativa, se aplica una revisión de las fuentes y autores reconocidos por su producción científica en la temática. Se contrastó el tratamiento a la preparación metodológica multidisciplinaria y la orientación educativa con referencia particular a este tipo de orientación realizada desde la escuela y dirigida a la familia. El análisis teórico realizado permitió conformar un posicionamiento teórico sobre la formación inicial y continua de las educadoras con carácter multidisciplinar y sobre la orientación educativa y establecer sus dimensiones e indicadores, determinación de utilidad para los procesos investigativos sobre el tema en la primera infancia.
Palabras clave: orientación educativa, orientación educativa a la familia, primera infancia, preparación metodológica multidisciplinaria

Abstract
The multidisciplinary preparation of teachers for family guidance in early childhood is a commitment of educational policy in Cuba. The objective of this article is to contribute to systematize the necessary positioning to promote the multidisciplinary preparation of educators for family orientation in early childhood. On the basis of a recognized antecedent of psychological treatment to educational guidance, a review of the sources and authors recognized for their scientific production on the subject is applied. The treatment was contrasted to the multidisciplinary methodological preparation and the educational orientation with particular reference to this type of orientation carried out from the school and directed to the family. The theoretical analysis carried out allowed to form a theoretical position on the initial and continuous training of educators with a multidisciplinary character and on educational orientation and to establish its dimensions and indicators, determination of usefulness for the investigative processes on the subject in early childhood.
Keywords: educational orientation, family educational orientation, early childhood, multidisciplinary methodological preparation

Resumo
A preparação multidisciplinar de professores para orientação familiar na primeira infância é um compromisso da política educacional em Cuba. O objetivo deste artigo é contribuir para sistematizar o posicionamento necessário para promover a preparação multidisciplinar de educadores para orientação familiar na primeira infância. Com base em um antecedente reconhecido de atendimento psicológico à orientação educacional, é aplicada uma revisão das fontes e autores reconhecidos por sua produção científica sobre o tema. O tratamento foi contrastado com a preparação metodológica multidisciplinar e a orientação educativa com particular referência a este tipo de orientação realizada a partir da escola e dirigida à família. A análise teórica realizada permitiu formar um posicionamento teórico sobre a formação inicial e continuada de educadores de caráter multidisciplinar e sobre a orientação educacional e estabelecer suas dimensões e indicadores, determinação de utilidade para os processos investigativos sobre o tema na primeira infância.
Palavras-chave: orientação educacional, orientação educacional familiar, primeira infância, preparação metodológica multidisciplinar

Introducción
La preparación de las educadoras es objeto de estudio de diferentes autores; si se toma del diccionario básico escolar 4ta edición que hace referencia a la palabra preparación “hecho o efecto de preparar, conjunto de conocimiento que alguien tiene acerca de una determinada materia o especialidad”. Este es un concepto amplio que está referido a cualquier conocimiento que una persona posee, en cuanto a las educadoras es fundamental si se tiene en cuenta que ella es la persona que ha adquirido una serie de conocimientos científicos y los enseña a otros. Las autoras de este artículo consideran como preparación de las educadoras; el conocimiento que tiene este segmento profesional desde el punto de vista científico-pedagógico y metodológico, para impartir los diferentes contenidos a los niños y niñas en las actividades del proceso educativo de la educación inicial.
¿Qué significado posee la preparación de las educadoras? ¿Cómo lograr la preparación de las educadoras?
Para las educadoras alcanzar este objetivo, deben ser creativas, incansables profesionales en la actividad educativa, ser capaces de analizar críticamente su práctica educativa, de llegar por la vía de la ciencia a encontrar nuevas alternativas que permitan resolver los problemas más urgentes que le están afectando, así como enfrentar los retos que demanda la educación. Perfeccionar sistemáticamente los conocimientos y sus formas, apropiarse de los conocimientos científicos, son obligaciones que no pueden evadir si quieren alcanzar una mejor calidad de la educación. En la actualidad constituye uno de los objetivos fundamentales del sistema educativo cubano y el cual desempeña un papel predominante la preparación de las educadoras, de manera que este objetivo es uno de los pilares para lograr la formación de las nuevas generaciones.
Las autoras consideran fundamental la preparación de las educadoras para trabajar sobre las habilidades pedagógicas que puedan adquirir y desarrollar y les permitan dirigir los procesos educativos. Esto le debe permitir influir en los cambios que lógicamente se realizan en el currículo de la educación Prescolar en correspondencia con las necesidades y adecuarlas a las particularidades de los niños y las niñas de su grupo. Las educadoras deben conocer con profundidad las características de los niños y las niñas que atienden, los rasgos que definen a cada individualidad en correspondencia con la edad, tener un buen diagnóstico y así perfeccionar la labor educativa.
Pedro Luis Castro (2008), argumentó la necesidad de la unidad de influencias en el proceso educativo, a partir de la sinergia que debe establecer la institución educativa con las demás agencias socializadoras, proceso que tienen una esencia dinámica, continua, es además, interactivo y está condicionado por las circunstancias.
La educación cubana se sustenta, en el principio de educación para todos y cada uno de los niños y las niñas, debe propiciar y garantizar las condiciones para el logro del máximo desarrollo de sus capacidades y habilidades, hace énfasis en la atención a la diversidad por lo que hay que ofrecerles atención a partir de sus necesidades y potencialidades. Con esta finalidad deben estar preparadas las educadoras y para ello deben orientar a la familia. El objetivo de este artículo es contribuir a sistematizar el posicionamiento necesario para propiciar la preparación multidisciplinaria de las educadoras para la orientación a la familia en la primera infancia.

Desarrollo
La preparación profesional pertinente de las educadoras es un proceso complejo y dinámico que guarda correspondencia directa con la política educacional y con los niveles de desarrollo de la ciencia, la tecnología y muy especialmente con las Ciencias de la Educación. Encarar el desafío de ser factor esencial que estimule el desarrollo infantil requiere de preparación y actualización constante.
La educadora preescolar debe ofrecer respuestas personalizadas a las necesidades educativas de los niños y las niñas mediante los más diversos métodos, vías y medios. Las educadoras deben dominar los conocimientos y experiencias que los niños traen de su medio, de su familia y amigos y estar atentas a las necesidades, motivaciones e intereses de cada uno de ellos, pues no se pueden educar a todos de la misma forma, ya que, al seleccionar los contenidos programáticos para las actividades educativas, deben priorizar los que se constataron con mayores dificultades en el diagnóstico, tanto grupal como individual.
Analizar detenidamente qué deben enseñar, lo que deben estimular y cómo valorar los niveles de desarrollo sobre la base de las necesidades individuales en el proceso de socialización que ocurre en la institución educativa, son elementos esenciales para el desempeño profesional exitoso en este nivel.
En la escuela cubana el trabajo metodológico constituye una vía directa para contribuir a la superación individual y colectiva de los educadores, metodólogos y directivos. Se asume como una contribución a la gestión continua de la calidad de la educación y al perfeccionamiento del desempeño profesional docente. Esta forma de trabajo de los docentes a nivel de institución educativa es esencial. Se requiere que esté enfocada hacia la superación de las principales problemáticas que se hayan identificado y a la promoción del desarrollo, así como a contribuir a la calidad de la educación.
Estimular el trabajo metodológico en la escuela cubana es una prioridad para el Ministerio de Educación, pues se asume esta actividad como el principal nivel que promueve y estimula la superación y la autosuperación de los profesionales del sector, al mismo tiempo que favorece la aplicación de la investigación, el trabajo científico e impulsa un movimiento de avanzada, estimular el trabajo creador y eficiente, divulgado de manera que constituya un apoyo para el logro de niveles más altos de eficiencia.
La formación inicial y continua del personal docente en Cuba, asume la interdisciplinariedad como un modo necesario de concebir, planificar y ejecutar el acto educativo en la escuela. En tal sentido, se asume un enfoque metodológico que propende a un pensamiento que se identifica por la integralidad, la dialéctica y la complejidad.
De acuerdo con Pérez-Leyva et al. (2018), la interdisciplinariedad no se refiere a simples relaciones entre disciplinas, sino interrelaciones (vínculos que se pueden crear entre los modos de actuación, cualidades, valores, puntos de vistas que se potencian entre ellas) que generan síntesis, para enriquecer sus aportes, (procedimientos, metodologías de enseñanza y de investigación, marcos conceptuales), sin reducirse unas a otras, requiriendo respeto recíproco, tolerancia y cooperación.
La labor de las educadoras en el nivel inicial se caracteriza por ser de gran complejidad y demandar un enfoque metodológico interdisciplinar en sus concepciones y en su desempeño, elemento que necesita de la constante actualización y perfeccionamiento con los niveles de ciencia y sustento teórico-metodológico que demanda su actuación (Ramos, 2008; Torres, 2017). Tal es el caso de la aplicación de la orientación educativa.
El tema de la orientación educativa y la realización de esta función desde la institución educativa ha sido ampliamente abordado desde las Ciencias de la Educación en Cuba. Esta constituye una línea de investigación con resultados y enfoques originales, donde prevalece la sustentación psicológica de este objeto de estudio (González, 2001, 2003; Castro, 2005, 2008; Del Pino, 2009; Mursulí-Sacerio & González-Fernández 2014; Palacios-De La Guardia et al., 2017; Hernández-Hernández et al., 2018; Pérez, 2022).
La orientación educativa pretende contribuir de modo efectivo al desarrollo armónico de niños y niñas, adolescentes y estudiantes en sentido general, mediante la personalización del proceso de formación donde confluyen las actividades de enseñanza y de aprendizaje, adaptado siempre a las características de cada individualidad y al contexto, además de lograr el asesoramiento a las familias.
Del Pino (2009) al referirse a la orientación expresa que es la actividad científica acerca de cómo ayudar con efectividad a alguien en un momento y un espacio dado, según la etapa específica de su desarrollo y su situación social y personal concreta.
Pedro Luis Castro (2005), señala: “la orientación familiar es un sistema de influencias pedagógicamente dirigido, encaminado a elevar la preparación de los familiares adultos y estimular su participación consciente en la formación de su descendencia, en coordinación con la escuela” (p.183).
Es necesario que la institución educativa ejerza su función de coordinación y armonización de las influencias, para lo cual ha de trabajar cohesionadamente con las familias. Para ello, la experiencia cubana señala la efectividad de las escuelas de educación familiar. Castro (2008) explica que estas constituyen “un espacio de reflexión educativa entre docentes y padres. Garantizan un acercamiento entre los participantes en función de fomentar el sentimiento de pertenencia y un accionar conjunto en el desarrollo de la personalidad de niños y niñas” (p.43).
Según señalan Mursulí-Sacerio & González-Fernández (2014), las escuelas de educación familiar deben estructurarse sobre la base de la unidad de lo cognitivo y lo afectivo, tomar en cuenta las motivaciones, intereses, necesidades de los padres, mediante formas activas y motivadoras, con la participación, la reflexión grupal e intercambio con los padres sobre la base de aquellos contenidos que resultan significativos para la escuela y la familia.
Las autoras de este artículo asumen también la concepción de orientación educativa, que según Vélaz de Medrano (2002) tiene su fundamento en principios que se relacionan entre sí:

Principio de prevención: se basa en la idea de que prevenir es tomar las medidas necesarias para evitar que algo suceda, aunque en el campo de la orientación educativa se precisa que las intervenciones preventivas deben dirigirse a todos los sujetos y no sólo a los que son potenciales de un problema; las acciones se diseñan para ser dirigidas a grupos, no a individuos; todas las intervenciones son intencionales y por tanto, planificadas y se dirigen a problemas de aprendizaje escolar y de conducta.
Principio del desarrollo: se basa en la idea de que a lo largo de su vida la persona pasa por una serie de fases de desarrollo cada vez más complejas. En el caso de la orientación es un proceso de ayuda para promover ese desarrollo integral del potencial de cada persona.
Principio de intervención social: se basa en el enfoque sistémico de las ciencias humanas, lo que para la orientación educativa tiene como implicaciones la necesaria ayuda para conocer al medio; la intervención debe desarrollarse desde un enfoque global o sistémico; la consideración de que el centro educativo es un sistema de interacciones de sus miembros entre sí y con el entorno. (p. 37-38)

Es necesario que la orientación educativa tenga un carácter preventivo. Dicha esencia demanda la intervención social de forma directa y sistemática para encarar los desafíos de promover el desarrollo. Con esta concepción se trabaja en la formación en la carrera Licenciatura en Educación Preescolar y, en particular, por las exigencias que se derivan para la preparación permanente de los colectivos de profesores, promotoras y representantes de grupos coordinadores del programa Educa a tu Hijo (Ministerio de Educación, 2016).
La orientación educativa para potenciar el carácter personalizado de la educación, debe sustentarse en primer lugar, en el conocimiento profundo y la estimulación sistemática del desarrollo de la personalidad; en segundo lugar, en asumir la orientación con integralidad, con carácter participativo y con la transparencia de un proceso de comunicación efectivo; y en tercer lugar, debe partir de un proceso de preparación de las educadoras que desarrollarán dicha función.
En muchos lugares del mundo está concebido a nivel social y comunitario servicios de orientación a la familia. Según la Consejería de Galicia, en su política al respecto, asumen que la orientación familiar es un proceso de ayuda encaminado a facilitar una dinámica familiar positiva, a encontrar solución a problemas y a impulsar la toma de decisiones. Este servicio pretende fortalecer el bienestar y la calidad de vida de las personas en el seno familiar. Para ello se sitúa diferentes funciones:
A nivel informativo, favorecer una mejor comprensión del medio y de los recursos sociales a disposición de la familia.
A nivel educativo, proporcionar a los padres los medios necesarios para un desarrollo integral de sus funciones.
A nivel de asesoramiento o preparación ante las distintas etapas o situaciones por las que pasan las familias.
A nivel de tratamiento y solución de conflictos, para superar las dinámicas disfuncionales de las familias, haciendo posible su progreso y su adaptación. Politicasocial. (n.d.).
Por otra parte, Calviño (2005) considera, que las relaciones de ayuda suponen una actividad sujeta a un adiestramiento y preparación especial por tanto solo deben realizarla los que posean dicho adiestramiento que tiene como exigencia a un sistema de conocimientos y habilidades científicamente sustentados que se adquieren, preferentemente en actividades especiales de formación.
Exigencias metodológicas la labor de orientación según señalan Chambala-Dos Santos et al. (2020)

Participación del orientador en el proceso, lo que posibilite la observación sistemática del contexto.
El establecimiento de un convenio y compromiso entre el asesor y la institución educativa sobre la base de un proceso de negociación inicial.
Relación de coordinación y subordinación del asesor con el sistema de trabajo metodológico de la institución, según la etapa.
Carácter cooperativo y participativo de la institución en la puesta en práctica y seguimiento a la estrategia de orientación.
Definición de los aspectos de cambio, a partir el punto de partida y el estado.
La evaluación parcial y final debe concebirse como una vía para constatar el proceso de cambio en el desempeño de la familia. (p. 56)

La consulta bibliográfica realizada y la experiencia profesional de las autoras en la Educación Prescolar, permitió definir un conjunto de saberes didácticos, metodológicos y educativos que en función de las necesidades de las educadoras de la infancia temprana se requieren en la dirección del proceso educativo para emplear la multidisciplinariedad en la colaboración con las familias para con niños y niñas de la primera infancia; así como ofrecer a los docentes las ayudas pertinentes que le favorezcan establecer relaciones entre los contenidos.
Dimensiones e indicadores de la preparación a las educadoras para la orientación a las familias en la primera infancia
Se distinguen tres dimensiones para esta variable: educativa, metodológica y ética. Estas se reconocen por expresar la esencia de la definición de “preparación metodológica para la orientación a las familias”. Las tres dimensiones, como una unidad, materializan la planificación, organización, ejecución y control de la colaboración a familias con niños y niñas de cero a seis años para su educación y desarrollo. El estudio analítico y crítico de lo que es necesario lograr en los docentes para alcanzar esta ayuda conduce al establecimiento de los indicadores de cada una de estas dimensiones.
Dimensión educativa
Se fundamenta en la educación como proceso social, permanente, ininterrumpido, que conduce al desarrollo sociocultural y personal del docente al tener en cuenta sus potencialidades. Así promueve el desarrollo y el crecimiento personal y social, su preparación e integra el sentir, el pensar y el actuar.
Esta dimensión se sustenta en la concepción de la educación como un sistema complejo y multidisciplinario, de influencias permanentes, flexibles y diversas.
La preparación a docentes para la orientación privilegia a las familias y a los niños de la primera infancia. Se considera como un espacio potenciador del crecimiento humano porque propone la trasformación de las prácticas profesionales vigentes, sobre la base de la identificación de problemas y la satisfacción de las necesidades de superación vinculado a su solución.
En consecuencia, los indicadores de esta dimensión son: planteamientos de objetivos que revelan la preparación a docentes con carácter multidisciplinario para la orientación a la familia, proyección para la comunicación multidisciplinaria con la familia y actitudes hacia lo bello, tanto material como espiritual en las relaciones humanas y su expresión social.
Dimensión metodológica
Expresa la preparación del docente para la planificación, ejecución y el control de la orientación a la familia con niños en la primera infancia. Esta se logra en la preparación metodológica en este nivel educativo. Por su naturaleza influye directamente en el desarrollo exitoso de la tarea instructiva y de manera concomitante favorece el cumplimiento de la tarea educativa.
Para que la preparación a docentes para la orientación a la familia se desarrolle con calidad, es necesario que los colectivos de docentes, promotoras y representantes de organismos y organizaciones en los Consejos Populares, tengan dominio de la función orientadora, de la metodología correspondiente, así como de los contenidos del programa educativo para la primera infancia.
Esto demanda una constante actualización y profundización teórica en la orientación educativa a la familia, la búsqueda de nuevos métodos de trabajo, indagar, experimentar, intercambiar criterios con otros agentes educativos involucrados en ambas modalidades de atención de la primera infancia, lo que incluye la implementación del programa Educa a tu Hijo.
La dimensión metodológica comprende preparar al docente para problematizar acerca de ¿quiénes son estas personas que debo orientar?, ¿cómo piensan, sienten y actúan?, ¿qué necesidades de aprendizaje tienen?, ¿cuál es el nivel de desarrollo que han alcanzado?, ¿cuál es el estilo de vida, educación y desarrollo del niño?, ¿qué intereses, motivaciones y aspiraciones tienen?, ¿qué influencias educativas inciden sobre ellos?, ¿qué tipo de orientación necesitan?, ¿cómo satisfacer las necesidades individuales de cada integrante de la familia y de la familia misma desde el marco grupal?
Para reconocer esta dimensión se proponen los siguientes indicadores: Proyección hacia la superación profesional, dominio de los materiales del Programa Educativo y del programa Educa a tu Hijo y del programa educativo de la Educación Preescolar, relación real y efectiva con la familia y los niños, organización pedagógica de la actividad de orientación educativa a la familia y los niños, dominio de los instrumentos del programa Educa a tu Hijo, para la orientación educativa a la familia y potenciar su desarrollo.
Dimensión ética
Se corresponde con la necesidad de formar las cualidades morales de la personalidad en el docente de la primera infancia, planteadas además en la Resolución Metodológica para la preparación del Profesional de la Educación Preescolar y su relación con la función orientadora, revela los aspectos morales de las relaciones humanas, expresa la contribución a la educación moral de las familias. El conocimiento y convicción del valor social de las normas y los principios morales que permiten al estudiante realizar valoraciones y conformar su patrón de conducta.
Se asume como referente la concepción actual de la preparación metodológica y las formas de orientar a la familia, establecidas desde los fundamentos del currículo (Ministerio de Educación, 2016). Esta dimensión se fundamenta en la concepción del hombre y de la cultura integrada en una ética a favor del progreso multilateral del ser humano. Apunta hacia el perfeccionamiento del modo de actuación pedagógico en un proceso interactivo y multidireccional de enriquecimiento profesional y personal a partir de la creación de actitudes éticas que favorecen los intereses colectivos. Considera al estudiante como modelo de actuación ética y profesional para la familia.
Los indicadores de la dimensión ética son: Amor y respeto a la profesión; Actitudes correspondientes con los valores de la sociedad cubana; Identificación con que la orientación educativa a la familia para el desarrollo de su niño forma parte esencial de su modo de actuación; Respeto y colaboración para la orientación a la familia en el desarrollo de sus niños.

Conclusiones
La preparación metodológica para la orientación educativa a la familia se confirma como una necesidad para las funciones sociales de la educadora preescolar. En esta función se revelan y contextualizan las tareas profesionales que tipifican al modo de actuación de este profesional de la educación en Cuba. En las condiciones actuales de la formación del educador preescolar la preparación de los docentes posee una atención educativa singular por el proceso de perfeccionamiento que se lleva a cabo, esto explica la necesidad social de la preparación multidisciplinar de estas profesionales. El artículo revela la unidad dialéctica entre las transformaciones curriculares de la primera infancia y la necesidad de perfeccionar la preparación permanente de los docentes sobre bases científicas y culturales bien claras contextualizados en las condiciones del siglo XXI.

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