Vol.1 Nro. 1 (2021) págs.[65-77] https://www.riied.org

La familia en la estimulación del lenguaje del niño con síndrome de Down

The family in stimulating the language of the child with Down syndrome

A família no estímulo à linguagem da criança com síndrome de Down

Artículo de revisión teórica

Idania Delgado Jiménez 1 *

Universidad de Matanzas, Cuba.

https://orcid.org/0000-0002-8777-6455

idaniadj@nauta.cu / idania.delgado@umcc.cu

Yudarki Navarro Pérez 2

Universidad de Matanzas, Cuba.

https://orcid.org/0000-0002-5263-9354

yudarki.navarro@umcc.cu

Adianes Vigoa Hoyos 3

Universidad de Matanzas, Cuba.

https://orcid.org/0000-0003-1065-3788

adianes.vigoa@umcc.cu

Yordanka Fagundo Borrego 4

Universidad de Matanzas, Cuba.

https://orcid.org/0000-0002-1411-9171

yordanka.fagundo@umcc.cu

 

Cómo citar el artículo:
Delgado-Jiménez, I., Navarro-Pérez, Y., Vigoa-Hoyos, A. y Fagundo-Borrego, Y. (2021). La familia en la estimulación del lenguaje del niño con síndrome de Down. RIIED. Vol. 1 (1). 65-77

Recibido: 20/01/2021
Revisado: 19/03/2021
Aprobado : 02/05/2021

Resumen

El tema que se presenta está relacionado con la orientación familiar para la estimulación del desarrollo del lenguaje del niño con síndrome de Down. Objetivo: Reflexionar acerca de la orientación familiar para la estimulación del desarrollo del lenguaje de los niños con síndrome de Down de la primera infancia. La búsqueda de soluciones por la vía científica a la temática seleccionada permite el empleo de los métodos teóricos: analítico-sintético e inductivo deductivo. El resultado es un conjunto de recomendaciones a la familia, las cuales son divulgadas utilizando las vías de educación a distancia. Como conclusiones se significa la enorme importancia que tiene la orientación familiar para la estimulación del desarrollo del lenguaje de los niños con síndrome de Down de la primera infancia, se ofrecen recomendaciones creativas, motivadoras que servirán de guía para la labor de la familia en tiempos de Covid 19.

Palabras clave : orientación familiar, síndrome de Down, estimulación del lenguaje.

Abstract :

The topic presented is related to family counseling for the stimulation of the language development of the child with Down syndrome. Objective: To reflect on family counseling for the stimulation of language development in children with Down syndrome in early childhood. The search for scientific solutions to the selected topic allows the use of theoretical methods: analytical-synthetic and inductive deductive. The result is a set of recommendations to the family, which are disseminated using distance education channels. As conclusions, the enormous importance of family counseling for the stimulation of the language development of children with Down syndrome in early childhood is signified, creative, motivating recommendations are offered that will serve as a guide for the work of the family in times of Covid 19.

Key words : family orientation, Down syndrome, language stimulation.

Retomar

O tema apresentado está relacionado ao aconselhamento familiar para a estimulação do desenvolvimento da linguagem da criança com síndrome de Down. Objetivo: Refletir sobre o aconselhamento familiar para a estimulação do desenvolvimento da linguagem em crianças com síndrome de Down na primeira infância. A procura de soluções científicas para o tema selecionado permite a utilização de métodos teóricos: analítico-sintético e indutivo dedutivo. O resultado é um conjunto de recomendações à família, que são divulgadas nos canais de educação a distância. Como conclusões, fica evidente a enorme importância do aconselhamento familiar para a estimulação do desenvolvimento da linguagem de crianças com síndrome de Down na primeira infância, são oferecidas recomendações criativas e motivadoras que servirão de guia para o trabalho da família nos tempos de Covid 19.

Palavras-chave: orientação familiar, síndrome de Down, estimulação da linguagem.

Introducción

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada en septiembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, establece una visión transformadora hacia la sostenibilidad económica, social y ambiental de los estados miembros. El objetivo cuatro de la Agenda, va dirigido a garantizar una educación inclusiva, equitativa, de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. Entre sus metas se incluye el aseguramiento de que “todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y educación preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria” (CEPAL, 2016, p. 2).

El contexto educacional cubano, para el logro de tal aspiración e inmerso en los efectos del desarrollo científico-técnico, asume los desafíos que implica los avances del conocimiento, acomete, consolida trasformaciones y se proyecta por elevar la calidad de la educación con equidad, para que todos los niños y sus familias encuentren en ella lo que necesitan para desarrollarse (Borges et al., 2015). Los profesionales de la educación laboran sin descanso en el propósito de formar ciudadanos que puedan integrarse activa y creadoramente al progreso social para el logro del máximo desarrollo integral posible de las personas con necesidades educativas especiales, en cualquier contexto, que les permita enfrentar con diversos niveles de independencia su inclusión social.

Tal aspiración incluye a los niños con síndrome de Down, causa más frecuente de discapacidad cognitiva psíquica congénita. En la atención a las necesidades educativas de estos niños para lograr un adecuado proceso de comunicación e inserción social; es necesario desarrollar un trabajo planificado, individualizado y cooperativo, donde se priorice el trabajo de orientación familiar desde la primera infancia, con la acertada dirección del maestro logopeda, por las afectaciones que estos presentan en el área del lenguaje. Lo cual irá dirigido al desarrollo de las capacidades mentales básicas: memoria, atención, pensamiento, a aprender a escuchar, hablar, interactuar, respetar normas, responder a llamados de otros y aumentar la capacidad de comunicación: expresión y comprensión oral.

El cerebro está biológicamente preparado para adquirir el lenguaje desde el instante mismo del inicio de la vida; el proceso de adquisición del lenguaje requiere la catálisis de la experiencia. Existe una relación inversa entre la edad y la eficacia del aprendizaje de muchos aspectos del lenguaje –en general, mientras menor sea la edad de contacto con este, más exitoso será el aprendizaje– y la neurociencia ha comenzado a identificar cómo procesa el cerebro de manera diferente el lenguaje en los niños pequeños, en comparación con las personas maduras (OCDE, 2007).

Estas consideraciones son tenidas en cuenta en el desarrollo de la Logopedia actual, donde el carácter preventivo de toda intervención prevalece en la atención logopédica integral, considerada como:

proceso especializado dirigido por el logopeda, de carácter integral, multi e interdisciplinario que se desarrolla preferentemente, en los diferentes contextos educativos, preescolares y escolares, la familia y la comunidad. Se inicia con el diagnóstico y utiliza como vía el método integral de atención logopédica, las ayudas, recursos y apoyos que propician la prevención, la estimulación y el desarrollo del lenguaje, la corrección y la compensación de los trastornos del lenguaje y de la comunicación, el desarrollo multilateral del niño y la evaluación y seguimiento de los resultados. (Fernández & Rodríguez, 2012, p.45)

Para el logro de este propósito el MES (2016) se propone entre los problemas profesionales del maestro logopeda: “El diagnóstico y caracterización de niños, adolescentes, jóvenes con trastornos del lenguaje y la comunicación, del grupo, el entorno familiar y comunitario donde se desenvuelve, y la necesidad de diseñar o rediseñar las estrategias de atención logopédica integral” (p.5).

El presente artículo tiene como objetivo: Reflexionar acerca de la orientación familiar para la estimulación del desarrollo del lenguaje de los niños con síndrome de Down de la primera infancia.

Desarrollo

La concepción dialéctico materialista acerca de la esencia del hombre es el punto de partida para llegar a comprender el papel que desempeña la comunicación como proceso trascendental en la formación y desarrollo de la personalidad. El lenguaje es producto de la actividad social, y a su vez, el hombre modela su vida con la ayuda del lenguaje, ya que regula la conducta humana e interviene en el desarrollo de procesos como la percepción, la memoria y la atención. También ha desempeñado un importante papel en el desarrollo de la especie humana, por cuanto fue una condición necesaria para la formación de su pensamiento (Vigostki, 1989).

El acontecimiento singular más celebrado en los primeros años de vida del niño es la producción de las primeras palabras. La progresión del niño en el dominio de las complicaciones del sistema de lenguaje hablado es vigilada por los padres y por los educadores, como un exponente de su total maduración cognitiva y social. Estos primeros años son considerados como el período más significativo en la formación del individuo, por ser la etapa en la que se estructuran las bases fundamentales de las particularidades físicas y psicológicas de la personalidad, que en los sucesivos períodos del desarrollo se consolidan y perfeccionan. Es el momento de la vida del ser humano en el cual la estimulación es capaz de ejercer la acción más determinante por actuar sobre formaciones que se encuentran en fase de maduración.

Estos presupuestos indican la necesidad de proyectar acciones para la estimulación e intervención temprana en niños con necesidades educativas especiales en general y los que poseen síndrome de Down en particular. Desde que se implantaron los programas de intervención temprana, estos han sido una población a la que se han dirigido muchos de ellos, de forma preferente o exclusiva. Este hecho se ha debido a varios motivos: El síndrome de Down es un tipo de discapacidad mental frecuente, se detecta en el mismo momento del nacimiento y forman un grupo etiológicamente homogéneo, aunque sean diferentes entre sí en cuanto a su desarrollo evolutivo (Candel, 2002).

Las personas con síndrome de Down presentan dificultades en el área del lenguaje, mucho más acentuadas en la expresión oral que en la comprensión, lo que dificulta sus habilidades comunicativas y a su vez, afectan el desarrollo individual y la integración social, si no se refuerza su comunicación. De ahí que se propone el inicio de la atención logopédica integral desde la primera infancia, con una certera orientación familiar, respetando los períodos por los que atraviesa la familia al recibir el diagnóstico.

La familia es el primer grupo social en que se desarrolla el niño y es considerada la agencia socializadora primaria, responsable de su educación. La vida en familia discurre por disímiles momentos, pero el nacimiento de un niño, es un acontecimiento clave para los padres, quienes comienzan a imaginar cómo será ese nuevo miembro, así como el nuevo rol que les corresponde desempeñar a partir del nacimiento del bebé, incluyendo la responsabilidad de la satisfacción de las necesidades materiales y sobre todo de su cuidado general. El nacimiento de un hijo significa cambios y reestructuración de las funciones de los padres, hijos o demás miembros en el contexto familiar, pero en el caso de un niño con síndrome de Down, las expectativas familiares se transforman y como consecuencia, las relaciones interpersonales entre progenitores y en ocasiones, entre todos los miembros de la familia pierden su armonía y equilibrio emocional.

Habitualmente, todos los padres reaccionan con una conmoción y tristeza profunda ante la noticia del nacimiento de un hijo con discapacidad. El descubrimiento de la discapacidad en un momento temprano de la vida del hijo lo vivencian los padres como una pérdida muy dolorosa, lo que constituye una gran lesión al concepto que tienen de sí mismos, o como señalan varios autores, una herida narcisista. Ellos se pueden cuestionar o perder las esperanzas en torno al hijo y al ideal de familia que tenían formado.

Hay tres rasgos de actuación que conducen a emociones extremas, según (Gómez, 2008): El inicio de lo inesperado; la aparición de la depresión y la tristeza y el momento de afrontar la realidad.

Robles (2016) afirma:

Cuando nace un niño con síndrome de Down la familia se encuentra en un momento delicado de su vida y una manera de atenuar la situación es solicitar todo tipo de información sobre el síndrome de Down. Esta información es importante, pero también lo es no obsesionarse, porque tenemos mucho tiempo por delante para ir aprendiendo, y no es bueno tratar de adelantar hechos que más tarde pueden suceder o no. (p.7)

En el tratamiento de estas situaciones y emociones extremas se necesita del empleo del método ideal para la atención logopédica integral, que es el integral, el cual incluye la acción interdisciplinaria e integrada de pediatras, psiquiatras, psicólogos, maestros, educadores, logopedas, trabajador social, padres y todo el entorno que rodea al niño y además, coordinar acciones en el Programa Educa a tu Hijo, el cual tiene como célula básica a la familia, con una participación activa, a partir de una adecuada preparación.

Tanto los padres como los logopedas necesitan tener información continua para ayudar a los niños a aprender las habilidades de habla y de lenguaje, a practicarlas y a generalizarlas, de manera que sean utilizadas en su vida diaria. Kumin (2018) afirma:

Los padres siempre han de ser parte integrante del plan de tratamiento (aunque esto no siempre suceda en la práctica). Esto es así porque en algunas etapas (como la primera infancia), y en ciertas áreas (como la de la interacción del lenguaje social y la práctica de la conversación), donde mejor se presta la ayuda con la comunicación es en la vida cotidiana del hogar y la comunidad. (p.265)

En la orientación familiar se debe tener en cuenta que la comunicación permanente, clara, directa, con tono de voz suave, intensidad media, estimuladora, reflexiva, participativa e interactiva, promueve el crecimiento de la familia. Las influencias educativas que brinda la familia a sus miembros son esenciales para el desarrollo de la personalidad. Corresponde a los logopedas y educadores en general, ofrecer las ayudas necesarias que orienten a la familia para la estimulación del desarrollo del lenguaje de sus hijos.

La orientación familiar, con un carácter intencional y dirigido, se realiza mediante diferentes vías: las visitas al hogar, escuela de padres, consultas de familia, encuentros individuales, reuniones de padres y las actividades conjuntas, las cuales son de gran importancia para elevar su orientación y cada una de ellas tiene un objetivo o fin. Las vías que se utilizarán serán ágiles, dinámicas, liberadas de toda rigidez, siempre en forma positiva. Se debe utilizar con la familia la conversación directa, los mensajes, la demostración de actividades, la exposición de medios, entre otros. Esta debe ser una acción organizada, planificada como parte de la estrategia del trabajo con la familia. Martínez (2004) plantea que “se debe partir del propio diagnóstico y caracterización de los niños que posibilitará la acción mancomunada de padres y educadores” (p. 162).

Las visitas al hogar aportan una información valiosa sobre las condiciones en las que el niño con síndrome de Down vive y se educa, tanto materiales como higiénicas y fundamentalmente; las de carácter afectivo; permiten conocer la composición familiar; las relaciones entre sus miembros, el estilo educativo que predomina, entre otras, para, a partir de este conocimiento y de la potencialidad educativa que posee la familia, prever la ayuda necesaria, las orientaciones generales para el adecuado cumplimiento de sus funciones, así como, las sugerencias de medidas y de actividades concretas cuya aplicación permita favorecer el comportamiento infantil y estimular su desarrollo. Candel (2002) refiere que es aconsejable que los profesionales realicen visitas domiciliarias, con el fin de ayudar a la familia a diseñar adecuadamente el ambiente en el que se desenvuelve el niño.

En el trabajo de orientación familiar de niños con síndrome de Down en las primeras edades no puede obviarse el masaje infantil, el contacto que produce estimula el desarrollo sensorial y psicomotor, el cual mejora el tono muscular. En relación al masaje infantil Robles (2016) señala: “Es una excelente herramienta de comunicación, ya que la sensibilidad cutánea es una de las funciones más importantes del cuerpo humano, que se desarrolla muy temprano y cuya estimulación es esencial para el desarrollo orgánico y psicológico” (p.23).

La estimulación sensorial del masaje además de aumentar las conexiones neuronales y mejorar la comunicación entre cerebro y cuerpo; estrecha los lazos afectivos entre padres e hijos, lo que mejora su comunicación; intensifica el contacto corporal y verbal, ya que mientras se realiza el masaje se le puede hablar al niño; estimula la respiración, la circulación sanguínea y el metabolismo, activando el sistema inmunológico; relaja los músculos y alivia tensiones; influye positivamente en los órganos digestivos; tranquiliza y ayuda a conciliar el sueño; además de favorecer el equilibrio corporal y el desarrollo sensorio-psicomotor (Robles, 2016).

Es preciso tener en cuenta que los niños con síndrome de Down, retienen y comprenden mejor las imágenes que las palabras; memorizan y retienen información concreta; aprenden con facilidad rutinas y son perseverantes; se motivan y esfuerzan por aprender; tienden a la imitación, porque su lenguaje, tanto expresivo como comprensivo limita una buena comunicación; presentan un retraso psicomotor que influye en el desarrollo de tareas y actividades que impliquen precisión en la coordinación visomotora. El área cognitiva es la más afectada en lo que respecta a sus limitaciones, tienen dificultades en su funcionamiento intelectual para: asimilar información progresivamente más compleja y abstracta, recuperar información para utilizarla adecuadamente en la solución de problemas y elaborar representaciones que trasciendan el contexto inmediato, es decir, dificultades en el proceso de transferencia.

Las dificultades de estos niños para acceder al pensamiento abstracto tienen relación con las condiciones en que se forma, entre las que se encuentran: un conocimiento senso-perceptual incompleto, unido a un insuficiente desarrollo del lenguaje y a una actividad práctica limitada, a lo que se adiciona una participación social con restricciones, impuestas por prejuicios y actitudes sociales inadecuadas (Quintana, 2015). Todo ello reclama cambios de percepción y de organización de una atención logopédica diferente.

En relación al vocabulario de los niños con síndrome de Down, la edad media de aparición de la primera palabra está en torno a los 18 meses. El progreso en su desarrollo es lento, pero dura toda la vida. En su repertorio de palabras abundan las concretas, pues tienen dificultades con el pensamiento abstracto. El vocabulario receptivo es mayor que el expresivo. La gramática es una de las áreas donde presentan más dificultades pero, a diferencia de lo que ocurre con el vocabulario, aquí aparecen tanto en la expresión como en la comprensión, por lo que muchos de ellos llegan a la vida adulta dominando solo la gramática básica.

Existen diferencias significativas entre el vocabulario pasivo y activo que poseen; su pobreza está condicionada por las limitaciones en la actividad cognoscitiva y por el papel peculiar que desempeña el lenguaje en la transformación de la psiquis. El vocabulario se adquiere en un comienzo a partir de las experiencias de los niños, por eso es importante un trabajo con variedad de contextos y materiales, por ejemplo: es más fácil aprender las frutas, si tienen oportunidad de verlas, tocarlas, probarlas, comprarlas, que si simplemente se les presentan en una lámina. Por este y otros motivos es tan importante la colaboración de la familia en las intervenciones en comunicación y lenguaje.

Los especialistas y específicamente la familia deben conocer los aspectos descritos y ser optimistas sobre el aprendizaje del lenguaje del niño con síndrome de Down, para establecer prioridades y concentrar el trabajo en palabras que estén dentro de su alcance conceptual, que reflejen su conocimiento del mundo y experiencia.

La sistematización teórica realizada, los intercambios científicos con profesionales de la educación y las ciencias médicas, además de la experiencia práctica en el trabajo que se desarrolla en el proyecto sociocultural: Gabinete de orientación logopédica de la Universidad de Matanzas, posibilitan determinar aspectos no resueltos en la orientación familiar para la estimulación del desarrollo del lenguaje de los niños con síndrome de Down de la primera infancia: la familia recibe orientaciones, pero son insuficientes las que se relacionan con la estimulación del desarrollo del lenguaje de sus hijos; prioriza el desarrollo psicomotor del niño, sin embargo presta menor atención al desarrollo del lenguaje; se preocupa por la atención educativa del niño, pero se conforma con que se logre la comprensión de su lenguaje y los maestros logopedas realizan un trabajo sistemático con los niños con síndrome de Down en edad escolar, sin embargo son escasas las acciones que desarrollan en la primera infancia.

El logopeda representa un papel esencial para conseguir el desarrollo de una adecuada comunicación a través del lenguaje. El principal objetivo de la intervención logopédica es mejorar la capacidad de expresión y comunicación de las personas con síndrome de Down, así como la comprensión para favorecer las relaciones interpersonales y la integración escolar y social gracias a la mejora de las capacidades psicolingüísticas. Para ello, la intervención logopédica abarca diversas áreas de trabajo, entre las que se encuentran: la intervención de las disfunciones oro-faciales y auditivas: patrones de deglución y masticación, fuerza, coordinación y movilidad de los músculos orales y faciales; adquisición de patrones correctos de respiración, estimulación auditiva (con ruidos, voces y sonidos vocales, discriminación auditiva, entre otros).

Otra de las áreas de trabajo es la intervención en el área lingüística: fonética y fonología (pronunciación y articulación del habla), semántica (adquisición y ampliación del vocabulario), morfo-sintaxis (aprendizaje de estructuras gramaticales y signos morfológicos), y pragmática (crear iniciativa comunicativa, estructuración del discurso, uso de distintas funciones lingüísticas).

Si bien en toda la literatura científica se prioriza el trabajo de estimulación del desarrollo en la primera infancia, en el caso de los niños con síndrome de Down es preciso organizar estrategias para que las influencias educativas no queden a la iniciativa de quienes intervienen en su educación, Kumin (2018) afirma:

Lo ideal sería que todo niño con síndrome de Down tuviera un programa de tratamiento de habla y de lenguaje completo, es decir, un programa diseñado individualmente que aborde todas sus necesidades comunicativas, capaz de tener en cuenta las necesidades actuales y planificar las futuras. Para diseñar este plan de tratamiento individualizado, se tendrán en cuenta las aportaciones y la participación de la familia. (p.266)

Kumin (2018) refiere que un buen programa de logopedia para un niño con síndrome de Down deberá ser proporcionado por un experto calificado, estar diseñado individualmente, ser global y abarcar todas las áreas precisas, recurrir a las prácticas óptimas (a los métodos que ya se hayan usado con éxito con otros niños), educar e incluir a la familia, de manera que la práctica se convierta en parte de la vida cotidiana y no se limite a las sesiones de logopedia.

En los momentos actuales donde ha sido necesario modificar determinadas prácticas por la situación epidemiológica provocada por la Covid 19, donde las disposiciones establecidas para contrarrestar los daños que produce la enfermedad han transformado los modos y las prácticas de vida en general, donde es complejo reunir los especialistas para elaborar un tratamiento completo y donde la familia está más tiempo con sus hijos; el Gabinete de Orientación Logopédica se ha propuesto la utilización de las redes sociales para la divulgación de tutoriales y recomendaciones que deben ser puestas en práctica, aunque no exista el asesoramiento presencial de un logopeda, es decir, llevar a cabo la telepráctica, Alfonso (2020) refiere que esta debe considerarse como el uso de las TIC en todos los procesos relacionados con la acción logopédica. A pesar de las limitaciones, se realizan esfuerzos por buscar vías efectivas de intervención a distancia. Se sugiere a las familias el acceso a determinados sitios donde pueden aprender con videos [5] cortos e instructivos para la estimulación del desarrollo del lenguaje de sus hijos.

En la orientación familiar se deben incluir las recomendaciones siguientes, las que comienzan desde las formas más sencillas hasta las más complejas, su selección depende del nivel de desarrollo del lenguaje del niño, algunas para realizar en la infancia temprana y otras en la infancia preescolar:

Acariciar al niño, mientras se le habla. (Acariciar de forma superficial y profunda la frente, pellizcar suavemente la frente, estirar la frente con los dedos índices, acariciar la zona nasal, pellizcar los labios, acariciar los cachetes con movimientos circulares y pellizcarlos).

Utilizar el masaje oral (al principio con un dedo enguantado), pueden proporcionársele al bebé objetos engomados con superficie rugosa.

Acariciar los labios con los dedos, metiendo y sacando el dedo de su boca y presionando ligeramente la lengua de tal manera que comience a succionar el dedo.

Hablar de frente, despacio, con la mayor claridad posible y usar un tono de voz y ritmo del lenguaje adecuados.

Conjugar las actividades con las experiencias de alimentación y las táctiles (masajear los labios, dar golpecitos con la lengua).

Estimular sistemas funcionales (auditivo, visual y motor), lo que facilita actividades y experiencias en las que el bebé desarrollará sus habilidades auditivas, visuales y táctiles. Por ejemplo: jugar con campanas, marugas que emitan sonido; manipular objetos de diferentes texturas: peluches, muñecos engomados; procurar el intercambio comunicativo. Es importante que la familia disfrute de esa comunicación y propicie un ambiente agradable que posibilite ese intercambio; hablar (en dependencia de la edad) de cosas que le interesan (objetos, animales, juegos o programas favoritos, escuela, amigos, paseos).

Determinar el tipo de emisiones que el niño realiza. Se sugiere la visualización de videos [6].

Realizar juegos vocálicos para la etapa de gorjeo como: pum, se cayó, con la utilización de frutas, juguetes u objetos del hogar. Estos juegos deben ser repetidos para provocar reacciones en el niño. También pueden utilizarse vocalizaciones como: oh, oh.

Repetir los sonidos que el niño pronuncia para utilizarlos en la estimulación diaria (etapa de jerga lingüística). Ejemplo: ma ma, en este caso se debe utilizar frecuentemente la palabra: mamá.

Si el niño se encuentra en la etapa del balbuceo, se deben elegir palabras funcionales [7], por ejemplo: dame, más, aquí y utilizarlas en la convivencia diaria, la mayor parte del tiempo.

Propiciar la imitación: la verbal y la de acciones, la utilización de gestos, por la importancia que estos tienen.

Colocar la mano cerca de la boca, para que haga observe los movimientos articulatorios y realizar inflexiones de la voz en dependencia del tema.

Realizar junto al niño ejercicios pre-articulatorios que lo ayudarán a mejorar la pronunciación de los sonidos, en forma de juego, por ejemplo:

Estimular la pronunciación de sonidos aislados, siempre asociándolo con el juguete o al objeto que lo produce. Ejemplo la vaca mmm, el perro cansado jjjjjj.

Realizar actividades de atención auditiva, con juguetes u objetos sonoros (dos o tres) e indicar que señale o diga, cuál produce el sonido.

Preguntar de forma sistemática su nombre y el de sus familiares. Se puede apoyar en las siguientes preguntas: ¿quién es?, ¿cómo se llama?, ¿dónde está abuela?

Formular preguntas en las actividades diarias relacionadas con sus necesidades y utilizar las palabras sí o no en situaciones diarias, por ejemplo: ¿quieres comer?

Completar oraciones sencillas. Ejemplo: El niño toma… Quiero mucho a….

Nombrar acciones, de una lámina o de algún programa infantil televisivo, preguntar: ¿Qué hace la mamá?

Utilizar dos palabras en su expresión con apoyo de palmadas, por ejemplo: Mamá agua. Papá mío.

Favorecer la utilización de palabras con el artículo, por ejemplo: ¿qué es esto? el gato, el niño.

Realizar un cuento sencillo con utilización de títeres y formular preguntas sobre el mismo, puede imitar personajes.

Cantarle canciones infantiles sencillas, según las posibilidades que tenga su niño, podrá completar fragmentos de la misma o cantarla completa.

Estimular la expresión verbal de sus deseos o las acciones que realice. Ejemplo: cuando se baña, dame el jabón o cuando se viste, nombrar alguna prenda de vestir.

Propiciar que el niño se exprese y se sienta cómodo y seguro al hacerlo; mostrarse paciente y atento a lo que le cuente, intentando provocar el máximo número de intervenciones por su parte y establecer una conversación de manera que introduzca antónimos a lo expresado por él y de ser posible ilustrarlo.

Planificar juegos donde se facilite la formación de familias de palabras y la utilización en el lenguaje activo de palabras extraídas de obras literarias: adivinanzas, cuentos, poesías, que hayan sido tratadas anteriormente. Debe facilitarse que nombre palabras generalizadoras de un contenido determinado.

Emplear adecuadamente la tecnología, nunca permitir que la televisión, la computadora y otras tecnologías sustituyan el diálogo con el niño.

Facilitar la comunicación con otras personas, así como la adquisición de ciertos compromisos tales como pedir algo a una persona, hacer algunos recados o compras. Es necesario favorecer la verdadera esencia del lenguaje: su uso en sociedad.

Recuperar la lectura de cuentos, historietas de un libro o creadas, ya que un cuento o una pequeña historia aporta valores importantes al lenguaje en cuanto a vocabulario, construcción de frases, ritmo, entonación, pronunciación y fluidez de la conversación en la dirección que desea el niño, escuchando y sin anticiparse a lo que intenta decir.

Utilizar gestos, mímica, expresiones faciales, para apoyar y estimular la comunicación oral del niño, procurando que las preguntas que se formulen sean abiertas: “cuéntame...” “dime...” “no me acuerdo si...” “me parece que...”.

Estas y otras recomendaciones deben ser tenidas en cuenta por los maestros logopedas en la orientación familiar para la estimulación del desarrollo del lenguaje de niños con síndrome de Down de la primera infancia. A la familia no se le debe dar soluciones, sino caminos y perspectivas de trabajo.

Conclusiones

Las personas con síndrome de Down presentan dificultades en el área del lenguaje, mucho más acentuadas en la expresión oral que en la comprensión, lo que dificulta sus habilidades comunicativas. El maestro logopeda como parte del cumplimiento de la función orientadora que le corresponde desarrollar, debe orientar a la familia a fin de enfrentar su labor educativa en aras de estimular el desarrollo del lenguaje de los niños con síndrome de Down desde la primera infancia.

La orientación familiar realza su valor cuando se refiere a la estimulación del desarrollo del lenguaje de los niños con síndrome de Down. Establecer los mecanismos y vías que puedan orientarla constituye una necesidad social de primer orden, atendiendo a la función social que como tal deben desplegar con sus hijos.

En los momentos actuales, ante los retos que le imprime la COVID 19 al mundo y a Cuba se han modificado las vías para orientar a la familia en la estimulación del desarrollo del lenguaje de sus hijos con síndrome de Down en la primera infancia. Las recomendaciones ofrecidas deben ser divulgadas utilizando vías de educación a distancia.

Referencias bibliográficas

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Vigotski, L. S. (1989). Psicología Infantil. Tomo IV. Edit. Pedagógica.



[1] Master en Educación. Profesora del departamento de Educación Especial de la Universidad de Matanzas. Cuba.

* Autor de correspondencia.

[2] Master en Psicopedagogía. Profesora del departamento de Educación Especial de la Universidad de Matanzas. Cuba.

[3] Doctora en Ciencias Pedagógicas. Profesora del departamento de Educación Especial de la Universidad de Matanzas. Cuba.

[4] Lic en Educación. Defectología. Profesora del departamento de Educación Especial de la Universidad de Matanzas. Cuba.

[5] Tips para fomentar el lenguaje en niños con síndrome de Down. https://youtu.be/QSNLxxmxWa4 . Se sugiere La caja de voces_ Síndrome de Down y desarrollo de lenguaje.

[6] Tips para estimular el lenguaje en casa I tips de lenguaje I. Mi terapia con Ximena… www.youtube.com

[7] Estimulo el lenguaje: palabras funcionales I. Mi terapia con Ximena